El presidente de la Generalitat, Artur Mas, recibe a las 9.30 horas de este viernes al líder del PSC, Pere Navarro, con el pacto fiscal como telón de fondo.
Fuentes socialistas han avanzado que Navarro acude con voluntad de entente, pero advierten de que no se sumarán a la propuesta de pacto fiscal del Govern si sólo tiene como objetivo fomentar la confrontación entre Catalunya y el resto de España.
El PSC se sumará a un eventual frente catalán a favor del pacto fiscal siempre que sea para lograr una nueva financiación que mejore los ingresos de la Generalitat, pero rechaza abogar por opciones maximalistas e inasumibles y que sólo pretendan calentar el ambiente de cara a un eventual adelanto electoral en Catalunya.
Según el PSC, si el pacto fiscal es para mejorar la financiación catalana y realmente es algo que va en serio, todo el partido estará a su lado.
Esta reunión se enmarca en la ronda de contactos que ha iniciado el presidente Mas con motivo del pacto fiscal: hace dos semanas el pleno del Parlament aprobó que antes de verano se vote en el Parlament la propuesta catalana sobre mejora de la financiación, y la semana pasada se inició la ronda de contactos sobre este tema, con un encuentro entre Mas y el líder de ERC, Oriol Junqueras.
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Tanto desde el Govern como el PSC han indicado que, aunque el pacto fiscal es el principal asunto de la reunión, habrá espacios para otros objetivos: fundamentalmente, la crisis económica, las políticas sociales, los nuevos recortes presupuestarios, alianzas en el Parlament, estrategias de reactivación y la gestión de la situación macroeconómica.
El PSC recalca que además de un pacto fiscal quiere un pacto social, o sea, garantizar el mantenimiento del estado del bienestar por parte del Govern, y no que los recortes sigan empeorando la calidad de los servicios públicos, y que, si los hay, pasen por el Parlament.
El partido plantea una nueva financiación catalana que sea una evolución lógica del modelo acordado entre el tripartito y el Gobierno del PSOE en 2009, y que implique que un consorcio formado entre Catalunya y el Estado pase a recaudar y gestionar los impuestos en la comunidad, mientras que el Govern quiere que de estas funciones se ocupe sólo la Generalitat.
