Cuando las campanadas de la Puerta del Sol de Madrid señalen las 00:00 horas del 1 de enero de 2015, el mismo bario de Sol y el de Palacio formarán parte de la ampliada Área de Prioridad Residencial (APR). Es decir, que el tráfico quedará restringido a gran parte de las calles del centro de ciudad madrileña. La alcaldesa Ana Botella, que recientemente anunció que no se presentará a las próximas elecciones municipales, no quiere despedirse de su cargo sin ‘finiquitar’ un proyecto que se prometió a los vecinos en 2011 y que se ha retrasado por falta de presupuesto.
A las APR ya conocidas de Cortes-Barrio de las Letras (instaurada en 2004) y Embajadores (2006), se les sumará una superficie mucho mayor (190 hectáreas), la de los barrios de Sol y Palacio, lo que suma en total 352 hectáreas de tráfico restringido. En el mapa podéis comprobar las zonas afectadas, un círculo que envuelve el centro madrileño por Gran Vía en el norte, el Campo del Moro y la Ronda de Segovia por el oeste y las calles de Toledo, Concepción Jerónima y De la Cruz por el este.
El acceso en coches a estas zonas estará restringido a los vecinos y a los turismos que quieran dejar su vehículo en uno de los 13 aparcamientos del perímetro. Por su parte, las furgonetas de mercancías podrán acceder en días laborables de 10 de la mañana a 1 del mediodía, y las motocicletas desde las 7 de la mañana hasta las 10 de la noche.
Un total de 22 cámaras de seguridad cotejarán diariamente las matrículas de los coches que entren en la APR y salgan sin haber estacionado, con infracciones para el conductor de 90 euros. El coste anual para el mantenimiento de esta Área de Prioridad Residencia será de 500.000 euros.
Plan de Movilidad
Estas novedades en las APR madrileñas forman parte del Plan de Movilidad aprobado por el consistorio madrileño antes del verano. Entre otras novedades, se han modificado los precios de los parquímetros, siendo más altos para los vehículos más contaminantes; se han reducido también los límites de velocidad en las entradas a la ciudad; y se incrementará el número de radares de velocidad, entre otras medidas.
El Ayuntamiento de Madrid quiere, de esta manera, pretende reducir en más de un tercio el tránsito de turismos por las zonas restringidas y, en consonancia, reducir el ruido provocado por el tráfico y la contaminación, con el objetivo así de cumplir con el tope legal impuesto por la Unión Europea y que puede acarrear sanciones al Ayuntamiento.
Además, la idea del consistorio es crear más carriles exclusivos para autobuses, prohibir el acceso de camiones durante el día y crear un 25 por ciento de zonas peatonales. Y ojo, porque las próximas zonas APR en Madrid podrían ser los barrios de Chueca y Malasaña.