Esta semana hemos conocido importantes novedades que afectan al próximo coche autónomo. Y no, no hablamos ya directamente de los automóviles que a muchos años vista podrán circular completamente solos, sino de nuevos vehículos de Nivel 3 de autonomía que no deberían tardar mucho en llegar ya a las carreteras. Y es que más de 50 países han firmado un acuerdo para su regulación, que entrará en vigor en enero de 2021.
Liderado el programa por la Organización de Naciones Unidas, y firmado el acuerdo en la propia sede de la ONU, casi 60 países entre los que se encuentran ya Japón, Corea del Sur o todos los estados miembros de la Unión Europea (no así Estados Unidos) han corroborado una nueva normativa que impone importantes limitaciones al coche autónomo.
Velocidad máxima: 60 km/h
Quizá, como medida más sorprendente e impactante, figura la obligatoriedad de que todos los llamados sistemas ALKS (Sistemas Automatizados de Mantenimiento de Trayectoria, en español) limiten su velocidad operativa en conducción autónoma a un máximo de 60 km/h de velocidad.
Pero no solo la velocidad tendrá limitaciones, sino que este tipo de conducción ya semi-automática solo podrá activarse por ley además en carreteras donde los peatones y ciclistas no puedan circular ni estén cerca, ni en aquellas donde no haya separación física entre carriles de distintos sentidos. Es decir, en la práctica solo en autopistas se podrá circular prácticamente de forma autónoma. Se da la paradoja que en estas vías en España, por ejemplo, la velocidad mínima es de 60 km/h. ¿Qué sucederá entonces?
Cajas negras obligatorias
Habrá tiempo para saberlo y para comprobar qué nueva regulación surge en este tiempo, porque otra de las grandes novedades del acuerdo firmado en la ONU hace referencia a la obligatoriedad de equipar cajas negras en este tipo de vehículos.
Otra imposición del nuevo reglamento indica, por ejemplo, que las pantallas y sistemas de entretenimiento a bordo de estos vehículos autónomos y que puedan ser empleadas por el conductor para actividades distintas a la conducción tengan obligatoriamente que suspenderse de forma automática cuando el sistema solicite al conductor retomar el control del coche. Los fabricantes, igualmente, estarán obligados a introducir sistemas que controlen y detecten cada 30 segundos la presencia del conductor y su atención, siempre además con el cinturón obviamente abrochado.
Además, para prevenir el pirateo o posible hackeo de estos coches, el nuevo reglamento firmado en la ONU determina que cada fabricante debe demostrar antes de la comercialización de estos vehículos que cumple con los requisitos de seguridad y de protección de datos, así como a la gestión de actualización periódica del software.
