Los 'baby' Ferrari, en vídeo

Los conocidos «babys» demostraron que había una alternativa real a los sempiternos V12. MOTOR CLÁSICO ha reunido aquella generación inicial de brillantes y ágiles Ferrari de motor central.

Jesús Bonilla

Los 'baby' Ferrari, en vídeo
Los 'baby' Ferrari, en vídeo

 

Seis Ferrari, tres modelos distintos en apariencia –el Dino GT4 de Bertone y los 308/328 y Mondial de Pininfarina- y un nexo en común: un motor V8 en posición central transversal. Este ha sido el plantel que MOTOR CLÁSICO agrupó en las pistas del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial de Madrid para probarlos y disfrutarlos de primera

mano.

 

Durante una jornada, descubrimos que son parecidos pero no iguales. El Dino GT4 fue el primer eslabón, y aunque el diseño de Bertone causó –y causa- mucha controversia, resulta ser a la postre el más equilibrado teniendo en cuenta sus prestaciones, confort y facilidad de conducción. El segundo eslabón vino de la mano de Pininfarina, que creó una de las berlinetas y de los spiders más estilizados del momento: los 308 y 328. Entre uno y otro, el V8 experimentó diferentes evoluciones: inyección, culata «Quattrovalvole» y una subida de cilindrada hasta los 3,2 litros. La cadena familiar continuó creciendo buscando la polivalencia de una carrocería 2 2 como la del Mondial, un coupé pseudo-familiar de altas prestaciones sellado por el «cavallino rampante» y todo lo que ello simboliza.

 

Esta saga vio la luz en los años setenta como réplica al propio escepticismo de Enzo a todo Ferrari que no fuese equipado con un V12. El tiempo daría la razón a aquellos técnicos de Maranello que apostaron por un deportivo más asequible y ágil y los «baby» Ferrari configuraron, desde entonces, la infantería de la marca. Tanto que se ha perpetuado hasta el actual y superlativo 458 Italia.

 

Por si fuera poco, estos pequeños «purasangres» constituyen hoy una opción de comprar interesante entre 30.000 y 50.000 €. A años luz de las millonarias cifras en que se barajan los estratosféricos V12.