La Liga de las Estrellas

Ghosn regresará a Renault tras sanear Nissan, Pischetsrieder es coronado presidente del Grupo VW y, de nuevo, un Ford vuelve a dirigir la marca del óvalo. Los hombres más poderosos de la automoción juegan su particular “Liga de las Estrellas".

No responden al nombre de Figo, Beckham o Effenberg, pero las marcas persiguen sus fichajes, blindan sus contratos y les exigen auténticas remontadas en sus balances económicos. Muchos están unidos a sus empresas por lazos familiares, otros han pasado por varios clubs; la mayoría ya han superado la edad de la jubilación, pero siguen al frente de compañías con presencia en varios continentes... Son los hombres más poderosos de la industria del automóvil y en Autopista Online te ofrecemos su faceta más humana. En junio de 2000, con 47 años, se convirtió en el presidente más joven de la todopoderosa General Motors, pero Richard Wagoner, Rick, no era precisamente un novato. Llevaba 23 años trabajando para la compañía, tiempo que le valió para ganarse el apoyo de los pesos pesados de GM. Así, su investidura trajo calma al revuelto corral de Detroit: sus predecesores - Stempel y Smith- habían terminado sus mandatos de forma abrupta. Para Wagoner (en la foto), su trabajo es "hacer malabarismos mientras se corre sobre una rueda de molino". Desde luego cintura no le falta a este ejecutivo, estrella del baloncesto en la Universidad de Duke. Bajo su mandato, GM se deshizo de Oldsmobile, una marca emblemática dentro del grupo, pero también todo un lastre. En los últimos meses ha conseguido mantener el tipo en EE.UU., mientras que sus más directos rivales (DaimlerChrysler y Ford) cosechan pérdidas. En Europa, lleva a cabo una reestructuración gigante en sus filiales - Opel y Saab- y, en el resto del mundo, continúa extendiendo sus tentáculos: su última adquisición, Daewoo, le ha abierto las puertas del emergente mercado oriental.El delfín de Wagoner es Robert Lutz, director de operaciones de GM en Norteamérica y el único alto ejecutivo que ha pasado por las tres grandes marcas estadounidenses. Con Lutz se acabó la era de los tecnócratas, ya que ha formado una auténtica cohorte de diseñadores. Este ejecutivo suizo tiene 69 años, pero no ha perdido la ilusión, ni teme el riesgo (de vez en cuando, este ex-piloto sale a pasear en su avión de caza Mig). Bajo el grito "el cliente no siempre tiene la razón", Lutz está dispuesto a realizar una auténtica revolución en el seno de la anquilosada General Motors.