Como segundo fabricante de coches de Europa y representando el 10 por ciento del PIB de nuestro país, el sector del automóvil es uno de los más potentes en España. Estos datos son incuestionables y, por ello, todos los Gobiernos acaban llevando a cabo planes para incentivar la compra de vehículos, lo que tiene como objetivo renovar el parque automovilístico y seducir a los fabricantes para que mantengan sus plantas productoras en nuestro país.
Sin embargo, ¿tienen estos planes de ayudas un impacto directo sobre el precio del producto? Algunos estudios a los que ha dado voz eldiario.es, creados por profesores universitarios especializados en economía, ponen en duda la eficacia de estas medidas y aseguran que está demostrado que el precio de los vehículos subvencionados aumenta durante el periodo de las ayudas, en algunos casos compensando el aporte que la marca tiene que realizar.
Al igual que en las últimas ayudas aprobadas por el Gobierno, tanto para coches eléctricos como para vehículos de combustión, los anteriores planes españoles obligaban a los fabricantes a rebajar los precios de sus vehículos. En 2009, por ejemplo, se estableció un marco de ayudas de 2.000 euros para el comprador final. De este dinero, 500 euros debían ser aportados por las comunidades autónomas, otros 500 euros debían ser aportados por el Estado y los 1.000 euros restantes por los fabricantes.
Pese a ello, el estudio de Juan Luis Jiménez y Carmen García, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, y Jordi Perdiguero, de la Universidad Autónoma de Barcelona, entrevistados por el diario digital, señalaba un aumento de precio en los automóviles subvencionados que, en algunos casos, llegó a los 1.000 euros. Es decir, las firmas compensaron el dinero que el Estado les obligaba a aportar. La comparativa con Eslovenia, uno de los pocos países donde no se había llevado un plan similar para aumentar la demanda de este tipo de producto, dejaba claro que existía una correlación directa entre la subida del precio y dichas ayudas.
Estos mismos resultados también han sido replicados por un estudio francés, que analizó las ayudas que se dieron en el país galo entre los años 1994 y 1995. Los investigadores que dirigieron el programa dejaron claro que la demanda y los precios de los coches subvencionados aumentaron respecto a la competencia y que, una vez finalizada las ayudas, la demanda decayó.
Por tanto, estos estudios aseguran que la incidencia de los programas de ayuda para la renovación del parque automovilístico supone una reducción de costes para el comprador menor a la que se hace creer desde las instituciones y las campañas de los fabricantes, al tiempo que tampoco anima a nuevos compradores a hacerse con un coche, pues sólo adelantan la adquisición de un nuevo vehículo apenas unos meses y que ésta se realizaría de igual modo si no se hubieran entregado estas ayudas.
