Kia Cee'd

Una garantía comercial que no ofrece ni Bentley, un interior que marca una nueva referencia en el segmento, un bastidor a la altura de los rivales más dinámicos de la categoría... Kia ha adquirido pasaporte europeo y quiere golear en la “Champion Leage" de los compactos.

Kia Cee'd
Kia Cee'd
Ver vídeo
El Kia Cee’d cuenta con una generosa batalla –nada menos que 265 cm-. Además, abandona los neumáticos de dudosa calidad y apuesta por Michelin de serie en toda la gama. Por si fuera poco, los ingenieros de la marca han trabajado en un buen bastidor: con mucha más rigidez que el antiguo Cerato y un eje posterior multibrazo (no lo ofrecen muchos modelos en este segmento). También hay que destacar su equipo de frenos: discos en ambos ejes y, además, los delanteros, ventilados. Es decir, el Cee’d está muy bien preparado para la carretera. De hecho, en nuestra toma de contacto nos ha sorprendido gratamente su comportamiento: más deportivo del que pudiéramos imaginar. Rápido y preciso en curvas no tiene mucho que envidiar a modelos como el Ford Focus (todo un referente en el segmento en este aparatado). En nuestra toma de contacto por tierras gallegas (llegamos hasta el que antiguamente era el “fin del mundo": Finisterre), pudimos conducir la que será su mecánica más demandada: el 1.6 CRDi de 115 CV (también habrá un Diesel de 90 CV y, más adelante, un dos litros de 140 CV). Es un motor muy silencioso, mucho más potente de lo que figura en su ficha oficial. Entrega la potencia de forma muy lineal; se mueve bien desde las 2.000 vueltas hasta cerca de las 4.000 y su consumo medio –según datos de Kia- es de 4,7 litros.
A este coche, lo único que le puede perjudicar es el logo. Sinceramente, el cee’d es un modelo capaz de competir con los compactos más asentados en el segmento. Kia lucha para que la gente olvide el origen coreano de la marca: quieren marchamo de calidad europeo y parecen ir por el buen camino. La garantía de 7 años para el motor no deja de ser toda una “prueba de fe” para sus compradores.
Ver vídeo
El Kia Cee’d cuenta con una generosa batalla –nada menos que 265 cm-. Además, abandona los neumáticos de dudosa calidad y apuesta por Michelin de serie en toda la gama. Por si fuera poco, los ingenieros de la marca han trabajado en un buen bastidor: con mucha más rigidez que el antiguo Cerato y un eje posterior multibrazo (no lo ofrecen muchos modelos en este segmento). También hay que destacar su equipo de frenos: discos en ambos ejes y, además, los delanteros, ventilados. Es decir, el Cee’d está muy bien preparado para la carretera. De hecho, en nuestra toma de contacto nos ha sorprendido gratamente su comportamiento: más deportivo del que pudiéramos imaginar. Rápido y preciso en curvas no tiene mucho que envidiar a modelos como el Ford Focus (todo un referente en el segmento en este aparatado). En nuestra toma de contacto por tierras gallegas (llegamos hasta el que antiguamente era el “fin del mundo": Finisterre), pudimos conducir la que será su mecánica más demandada: el 1.6 CRDi de 115 CV (también habrá un Diesel de 90 CV y, más adelante, un dos litros de 140 CV). Es un motor muy silencioso, mucho más potente de lo que figura en su ficha oficial. Entrega la potencia de forma muy lineal; se mueve bien desde las 2.000 vueltas hasta cerca de las 4.000 y su consumo medio –según datos de Kia- es de 4,7 litros.
A este coche, lo único que le puede perjudicar es el logo. Sinceramente, el cee’d es un modelo capaz de competir con los compactos más asentados en el segmento. Kia lucha para que la gente olvide el origen coreano de la marca: quieren marchamo de calidad europeo y parecen ir por el buen camino. La garantía de 7 años para el motor no deja de ser toda una “prueba de fe” para sus compradores.