Jonathan Soriano recibe el alta médica justo tres meses después de su lesión

El delantero del Barcelona B Jonathan Soriano, máximo goleador de Segunda División en el pasado curso, ha recibido hoy el alta médica, justo cuando se cumplen tres meses desde que lesionara gravemente durante la pretemporada con el primer equipo.

Fue en la Copa Audi disputada en Múnich (Alemania) cuando el delantero del Pont de Vilomara, de 26 años, sufrió una elongación del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, en un lance del juego con el central ucraniano del Bayern Anatoli Tymoshchuk, lo que le obligó a abandonar la expedición del primer equipo.

Pese a que se le diagnosticaron dos meses de baja, el cuerpo técnico ha sido siempre cauteloso con la recuperación de Soriano, hasta que al final la semana pasada empezó a entrenarse con sus compañeros del Barça 'B'.

Y hoy, justo cuando se cumplen tres meses del día de su lesión, el ariete ha recibido la noticia más esperada, la del alta médica que le permitirá entrar en la convocatoria del partido ante el Gimnàstic de Tarragona, que se disputará mañana en el Miniestadi.

Soriano podrá volver así a los terrenos de juego de Segunda División, donde el año pasado se coronó como máximo artillero gracias a los 32 goles que alzaron al filial azulgrana como la revelación de la temporada, con un histórico tercer puesto en la tabla.

Este año, sin embargo, el nuevo técnico Eusebio Sacristán estaba empezando a añorar los tantos del 'cazagoles' catalán, ante la lenta adaptación al exigente estilo de juego culé de los dos fichajes destacados de esta temporada, los delanteros Rodri y Kiko Femenía, procedentes del Sevilla y el Hércules, respectivamente.

En todo caso, el futuro de Soriano está en el aire, con un contrato que finaliza esta temporada. Tras quedar interrumpida su progresión hacia el primer equipo, el delantero ha admitido que considera 'una opción' fichar por el Benfica de su excompañero Nolito a final de temporada o incluso en el mercado invernal.

Perla de la inagotable cantera del Espanyol de Barcelona, su llegada al primer equipo blanquiazul no alcanzó las expectativas generadas y acabó siendo cedido a varios equipos de Segunda, entre ellos Almería, Polideportivo Ejido y Albacete, hasta que quedó desvinculado del club periquito.

Fue en 2009 cuando recaló en el Barcelona B, lo que muchos consideraron un paso atrás, pero a base de goles volvió a reivindicar su calidad, con 22 goles que fueron claves en el ascenso del filial a Segunda División, donde la temporada siguiente se erigió en una de las sensaciones del campeonato.