Solo un día después de que se hicieran públicas las acusaciones contra Fiat Chrysler en Estados Unidos, a este lado del Atlántico Francia ha puesto a Renault en el punto de mira. Se sospecha que la firma francesa podría estar engañando sobre los niveles de contaminación de óxido de nitrógeno (NOx) de algunos de sus motores, principalmente cuando son sometidos a controles para su homologación.
Una portavoz de la Fiscalía de París explicó a la agencia Efe que la investigación todavía no apunta a ningún presunto responsable. De confirmarse el fraude, los responsables –cuando los haya- se enfrentarán al agravante de que su actuación tiene como consecuencia un daño para la salud de las personas por efecto del NOx.
Pocos días después de destaparse el escándalo Volkswagen en septiembre de 2015, la ministra francesa de Ecología, Ségolène Royal puso en marcha una comisión técnica independiente que investigó durante meses un centenar de modelos comercializados en Francia. La conclusión fue que no se habían detectado sistemas capaces de cometer este tipo de fraude, pero tampoco se podía descartar su existencia.
El problema es que en algunos modelos –especialmente de la marca Renault, como las versiones Diesel del Captur y el Espace- registraban en un recorrido estándar un volumen de emisiones de NOx considerablemente mayor que el oficial de las homologaciones.
Las consecuencias de esta inexplicable discordancia las sufrió Renault en enero de 2016, cuando los servicios antifraude llevaron a cabo registros en varias sedes del fabricante que provocaron una caída de más del 20 por ciento en sus acciones.
Esta situación se volvió a repetir, aunque atenuada, al trascender esta noticia en el país galo el pasado sábado. Ese día las acciones de Renault llegaron a caer un 3,5 por ciento, y cerraron la jornada un 3,17 por ciento por debajo de su valor al inicio del día.
Renault siempre ha negado haber cometido dicho fraude y se ha comprometido a demostrarlo. La firma ha reiterado que ‘respeta la legislación francesa y europea’ y que todos sus coches han sido homologados respetando la normativa.
Ante la disparidad de los datos, el fabricante recordó que ya presentó en marzo de 2016 ‘un plan completo de reducción de emisiones’ de NOx en condiciones reales de conducción y que ‘se consideró transparente, satisfactorio y creíble’.
En esta misma línea se ha pronunciado la ministra francesa de Ecología en una entrevista al semanario ‘Le Journal du Dimanche’. No tiene ‘ninguna razón para pensar que Renault cometió un fraude como Volkswagen’, dijo, y añadió que ‘he subrayado la transparencia y la disponibilidad de sus dirigentes ante la comisión. Enseguida hicieron propuestas’. Aunque también destacó que es la justicia quien deberá determinarlo.
En la misma entrevista Royal anunció que tras Renault podrían ser investigados otros fabricantes que también presentaron anomalías en las mediciones de emisiones. ‘Los controles efectuados superaban con mucho las normas autorizadas. Es el caso de otros constructores con medidas diferentes. Por ello, puede haber otras investigaciones’.
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