El pasado miércoles 11 de junio, el Gobierno llegó por fin a un acuerdo con una gran parte del sector de transporte, por lo que se desembocó el paro y se pudo volver a la normalidad en la mayoría de las carreteras españolas.
El acuerdo fue aceptado por el 88 por ciento del Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC) . No obstante, sigue existiendo una minoría del sector, un 12 por ciento representado por algunas entidades como Fenandismer o la Plataforma de Autónomos, que no ha aceptado las condiciones del Ejecutivo. Dichas empresas han anunciado que mantendrán el paro de forma indefinida hasta que el Gobierno acepte a entrar en negociaciones con ellos.
Aunque el tráfico, desde la jornada de ayer, parece estar volviendo a su flujo habitual, el desabastecimiento de productos de primera necesidad, tales como alimentos, carburantes y medicamentos, sigue afectando a comercios y gasolineras. No obstante, la mayoría de empresas exponen que a principios de la semana que viene todo retornará a su cauce ordinario.
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, anunció ayer que durante este fin de semana se levantarán las restricciones habitúales de circulación de transportes especiales para asegurar el abastecimiento de productos y normalizar el tráfico.
Para ello, se desplegará un dispositivo especial formado por 25.000 agentes entre Guardia Civil y Policía Nacional. Además, el Gobierno aconseja a los transportistas que quieran trabajar que, en caso de encontrar problemas en el desarrollo de sus labores, soliciten ayuda a las Fuerzas de Seguridad. Ayer todavía se registraron piquetes, como es el caso sufrido por un camionero que, mientras circulaba, fue atacado por cuatro huelguistas, que rompieron la luna delantera de su trailer y amenazaron ‘con liarse a golpes’ contra su persona. Para los huelguistas persistentes, el ministerio del Interior ha asegurado que habrá tolerancia cero.
Una de las zonas más afectadas por los piquetes, Madrid, disfrutó ayer de relativa normalidad en todos sus accesos por carretera. Aunque, a primera hora de la mañana, quedaban retenciones en la entrada a Madrid en la A-2, así como en la M-607 a la altura de Colmenar Viejo, en el tramo final de la M-501 y en la M-502 en Pozuelo.
Ante la pérdida de productividad sufrida por los fabricantes del sector de la automoción, las marcas han reaccionado con ‘mano dura’ abriendo Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) a cerca de 15.000 trabajadores.
La más estricta ha sido Seat, que ha abierto un total de 8.806 expedientes ‘por causas de fuerza mayor y por una duración indeterminada’. La iniciativa de la marca del grupo VW ha sido secundada por Ford, que mantiene el expediente a 3.000 trabajadores, al igual que por Bridgestone, donde unos 2.700 de sus empleados podrían sufrir despidos en los próximos días, y por Nissan, que ha amenazado con realizar, así mismo, 3.000 recortes. También los fabricantes de motos se han visto afectados por los paros, ejemplo de ello son Yamaha y Derbi (filial de la italiana Piaggio), que tuvieron que cerrar sus instalaciones ayer por falta de suministro, y están considerando unirse a esta iniciativa.
Una medida que ha sido criticada por los sindicatos, CCOO y UGT, y por el ministerio de Trabajo, que acusan a los fabricantes de aprovecharse de la huelga para hacer recortes de plantilla.
Según la asociación de fabricantes del sector de la automoción, Anfac, 8 plantas españolas de la industria del motor han quedado paralizadas por esta huelga y se estiman pérdidas de 130 millones de euros. Un total de 13.000 automóviles han dejado de fabricarse a consecuencia de la falta de suministros.
No obstante, tras el acuerdo realizado ayer, una gran parte de las fábricas reanudarán su producción. General Motors comenzó ayer a las 22:00 la producción del Opel Corsa en la planta zaragozana de Figueruelas y hoy podrá retomar la fabricación del Combo y el Meriva. De igual manera, Ford recomenzó ayer por la tarde su producción en la fábrica de Almusaffes (Valencia) y Citroën expuso que, hoy a las seis de la mañana, estaría funcionando la cadena de montaje del C4 y del Picasso en su planta de Vigo.
Una gran parte de gasolineras del país estiman que este fin de semana volverán a contar con el suministro de combustible regularmente. Así lo han expuesto en regiones como Cataluña o Valencia, aunque, por ahora, sólo se cuenta con los mínimos necesarios.
El paro de 24 horas anunciado ayer por las principales organizaciones del taxi de nuestro país a causa de la subida de precio del carburante, ha sido desconvocado en gran parte de las ciudades de la geografía española.
La suspensión de la huelga se ha adoptado debido a que el Gobierno ha aceptado las reivindicaciones de este colectivo: subida de dos céntimos por kilómetro en la tarifa interurbana y la eliminación de los quince minutos de espera gratuitos para el cliente. Ejemplo de ello ha sido Madrid. La capital de España había convocado una huelga que duraría desde las 6:00 hasta las 14:00 de hoy, que finalmente no se ha realizado.
Sin embargo en Cataluña, el Grupo de Taxistas Independientes (GTI) , el Gremio Unión de Taxistas (GUT) y el Sindicato de Taxistas de Cataluña (STAC) no han desembocado la huelga y realizan hoy un paro de ocho horas, de 6:00 a 14:00, para protestar por el encarecimiento del combustible. Las demandas de esta parte minoritaria del sector son tales como el aumento de la bonificación del gasóleo profesional, la supresión del céntimo sanitario y una mayor apuesta por las energías alternativas mediante subvenciones.
