La solidaridad triunfa en las 24 Horas Ford

Un año más, y van cuatro, Ford ha organizado las 24 Horas, una carrera de resistencia y consumo que va camino de convertirse en una de las grandes citas de la temporada. Con ánimo solidario, esta particular competición ha reunido en el Circuito del Jarama a pilotos, famosos, periodistas y muchos otros participantes. La victoria fue para el equipo apadrinado por Infancia Sin Fronteras.

Encabezado por la conocida modelo Arancha del Sol y capitaneado por José Manuel Machado, presidente de Ford España, el equipo de Infancia Sin Fronteras fue el más rápido de los 12 participantes. Fue capaz de completar un total de 558 vueltas, lo que equivale a 2.243,8 kilómetros, con sólo 235 litros de gasóleo.
Y es que ese era el reto: correr durante 24 horas a bordo de un Ford Mondeo 2.2 TDCi Titanium X, de 155 CV, con una dotación de combustible de sólo 235 litros. A partir de esa regla básica, cada equipo, compuesto por nueve “pilotos" y un coordinador, se organizaba a su antojo para relevarse durante 24 horas y hacer la mayor cantidad de vueltas con el mínimo consumo.

Cada equipo representaba a una ONG diferente y, al final, los premios se repartían entre todas ellas. Para dar más notoriedad al evento, cada equipo contaba con un par de “embajadores" famosos. Así, en el paddock podía verse a la ya citada Arancha del Sol, a Julio José Iglesias, a Carla Goyanes, a Blanca Fernández Ochoa, a Joaquín Cortés, a Ana Duato, a Lola Forner o a Daniel Guzmán entre otros. Estos embajadores fueron los encargados de abrir pista en el primer relevo. Después, poco a poco, los asientos fueron ocupados por periodistas del motor y pilotos más avezados que rápidamente pusieron orden en la clasificación. Al final, después de 24 horas rodando, los coordinadores y los pilotos demostraron un alto grado de compenetración y cálculo: sólo un equipo se quedó sin combustible y todos los demás terminaron la prueba con brillantez.

Sin embargo, hay maneras y maneras de correr. Durante la complicada noche del viernes al sábado, tormenta incluida, los más profesionales dejaron claro que el buen hacer al volante, “las manos", y el conocimiento del circuito son claves en una prueba donde, más que la velocidad, prima la pericia. De trazar una curva bien a trazarla mal media una abismo en términos de consumo. Ahí, en la capacidad de rodar rápido gastando poco se establecen las diferencias que, a la postre, deciden el ganador.

Así, el equipo de la Fundación CEPRI encabezó la prueba durante mucho tiempo, lo mismo que el de la Fundación GENUS, apadrinado por Autopista, que hizo gala de una gran regularidad, aunque, al final, tuvo que levantar el pie y ceder las primeras posiciones. Claro que mucho más regular fue la escuadra de Infancia Sin Fronteras, con José Manuel Machado al frente. Tomaron el liderato a media mañana del sábado y no lo soltaron hasta la bandera de cuadros. Es la tercera vez que el presidente de Ford se alza con la victoria en las 24 Horas. Su ONG, Infancia Sin Fronteras, se llevó 36.000 euros. La segunda fue CEPRI, que se hizo con 18.000, y la tercera, la Fundación Theodora, que ganó 12.000 euros. El resto de organizaciones se llevaron 6.000 euros cada una.
En Autopista.es también tomamos parte en la carrera, esta vez, dentro del equipo que defendía los “colores" de la ONG Tierra de Hombres, dedicada a proveer atención médica a niños de países del tercer mundo.
En la formación estaban, como padrinos, Darío Barrio, el popular cocinero de la cadena Cuatro, y Daniel Guzmán, conocido por su papel en la serie “Aquí no hay quien viva". Representando a Autopista.es, conducía quien firma este artículo, que, en la foto, acompaña a Julio José Iglesias.

Nuestro “famoso", Daniel Guzmán, demostró ser un habilísimo volantista y dejó boquiabierto al circuito con su electrizante salida. Partiendo del puesto undécimo de la parrilla, se colocó líder en la primera vuelta, consolidando así la estrategia que había definido Miki Martín, nuestro coordinador. La idea era colocarnos pronto por delante para rodar tranquilos y, la verdad, lo conseguimos muy rápido. Cuando Daniel Guzmán pasó el relevo, rodábamos con total seguridad por delante de todos los demás. Y fue así durante algunas horas, pero la llegada de la noche, las tormentas y algunos otros inconvenientes nos relegaron a posiciones más bajas. Entonces decidimos adoptar una estrategia más conservadora, rodando en torno a los dos minutos y medio por vuelta con un consumo que debía rondar los 10,7 litros a los 100 km. El trabajo dio resultado y, a medida que los demás se empezaban a quedar sin combustible, iniciábamos nuestra remontada. Pero, al final, empezamos a correr demasiado pronto y a ritmos muy altos, lo que nos impidió terminar como esperábamos. Sobró gasóleo, pero no lo parecía, con lo que nuestros hombres más rápidos no pudieron correr tanto como pensábamos. Al final, un octavo puesto que, tras 24 horas sufriendo, sabe a poco. Nos queda el consuelo de haber hecho la vuelta rápida y pensar que todo es por una buena causa…