Honda, el tercer fabricante de vehículos de Japón, indicó que ha reanudado la producción de algunos modelos de motocicletas y componentes de motores en su fábrica de Lat krabang, situada en la capital y cerrada desde principios de octubre debido a las riadas.
Sin embargo, sus plantas en la provincia de Ayutthaya, unos 66 kilómetros al norte de Bangkok, continúan paralizadas.
Nissan Motor, el segundo fabricante japonés de vehículos, retomó parte de su producción en su fábrica de Samut Prakan, situada al sureste de la capital, en el Golfo de Tailandia.
Por su parte, Toyota, el mayor fabricante de vehículos japonés y en el mundo, afirmó que reanudará la actividad en Tailandia a partir del 21 de noviembre en sus tres fábricas al norte de Bangkok, después de tener que paralizar las plantas el pasado 10 de octubre.
Las autoridades continúan reforzando los diques para que el agua que inunda los barrios periféricos de Bangkok no llegue al centro comercial y financiero.
Sin embargo, las protestas de los vecinos, tras semanas con sus casas bajo el agua y en muchos casos obligados a vivir en centros de evacuación, han obligado a las autoridades a liberar parte del agua contenida en la periferia de la capital.
El Ejército ha desplegado soldados en Samut Prakan, donde hay muchas empresas instaladas, ante el peligro de que quede anegada ante el paso del agua que baja desde el norte en dirección al mar.
Además de anegar siete parques industriales en el país, las inundaciones han causado 562 muertos y más de 5 millones de damnificados, así como cientos de miles de evacuados en provincias del norte y centro del país.
Las inundaciones comenzaron el pasado julio con el desbordamiento de ríos y pantanos del norte y la región central por las copiosas lluvias del monzón y de tres tormentas tropicales seguidas.
