Guardia Civil y Policía, sin vehículos adecuados

Los colectivos que defienden los intereses de los cuerpos de seguridad –Guardia Civil, Policía Nacional y Local- denuncian la situación en la que trabajan algunos de sus efectivos en Madrid. Motos sin sistema de transmisión, coches incómodos para patrullar o condiciones laborales desiguales con respecto a otras zonas de España son algunas de sus principales quejas.

Quieren blindar el carné por puntos
Quieren blindar el carné por puntos

Por un lado está la Benemérita, que, según el responsable de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en Madrid, Joaquín Cánovas, en tres destacamentos de la Agrupación de Tráfico de Madrid -Barajas, Madrid y el Especial- acaba de estrenar unas motos que carecen del equipo de radio con el que se comunican los agentes con la base. Esta circunstancia, en opinión de Cánovas, pone en peligro la seguridad de los guardias y de los propios conductores, pues los motoristas no pueden comunicarse cuando están en carretera ni pedir ayuda. Al parecer, la Guardia Civil tiene previsto instalar estos sistemas de transmisión próximamente, pero el retraso se debería a un nuevo sistema digital mucho más moderno, cuya colocación requiere más tiempo. Esto suena a ''excusa'' a Cánovas, quien asegura que las motos se entregaron en marzo y que, a día de hoy, aún no se han instalado los equipos. La asociación estaba preocupada por la puesta en marcha de la Operación Salida y los posibles problemas que se pudieran producir por la falta de emisoras. No obstante, según la AUGC, no se ha producido ningún problema importante ''por la profesionalidad de los agentes, que han utilizado incluso su teléfono móvil en caso de que fuera necesario''.El problema no es nuevo, pues, en anteriores ocasiones, la AUGC ha denunciado el mal estado de los vehículos con los que trabaja el Cuerpo: fallos mecánicos, automóviles sin amortiguadores, coches con más de 250.000 kilómetros, puertas que no se abren, ventanillas que no funcionan... y las motos están aún en peor estado. Estas deficiencias, unidas a unas condiciones laborales que no satisfacían a muchos agentes, desembocaron a principios de 2007 en el conocido como ‘‘enero en blanco’’ o la ‘‘huelga de bolis caídos’’, convocada por la AUGC y que logró arrancar el compromiso del Gobierno de hacer realidad sus principales reivindicaciones.La Policía Nacional tampoco está para tirar cohetes. El sindicato de la Unión Federal de la Policía (UFP) ha denunciado –e incluso ha formalizado su queja ante el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba- las deficiencias de los nuevos vehículos policiales, que han sido bautizados con el nombre de ‘‘patrullas-patera’’. El sindicato asegura que, por varias razones, son muy incómodos para el desarrollo diario del trabajo de los agentes y que existe el riesgo de rotura de la mampara que separa los dos habitáculos en los que se divide.La Confederación Española de Policía (CEP) ha denunciado repetidas veces que, en muchas regiones, los agentes tienen que patrullar a pie porque no funcionan los coches. Los ‘‘zetas’’ están llenos de golpes que no se reparan. Están 24 horas en funcionamiento y pasan por las manos de conductores muy diversos.

1.- Espacio muy reducido del habitáculo delantero que complica mucho que un agente de más de 1,75 metros pueda sentarse en el coche con un mínimo de centímetros libres.
2,- El equipo de transmisiones está debajo del cenicero y entorpece la labor de subir el volumen o cambiar de canal.
3.- Los asientos delanteros no tienen tope en el raíl de desplazamiento. En movimiento chocan continuamente con la mampara de protección.Los efectivos de la Policía Municipal de la Comunidad de Madrid también están en pie de guerra. Actualmente son los únicos de España a los que no se les exige el Bachillerato para acceder al puesto, lo que hace que no puedan permutarse con los agentes de otras ciudades españolas –una práctica habitual- y que tampoco puedan cambiar al grupo C de funcionarios –actualmente pertenecen al D-, en el que tendrían derecho a la jubilación anticipada y a un sueldo mayor.La queja proviene del Sindicato Profesional de la Policía Municipal de Madrid (CPPM), que pide una ley nacional que obligue al Ayuntamiento y a la Comunidad a colocar a sus Policías Locales en el grupo C. En 2004, la Consejería de Justicia e Interior de Madrid ya se planteó la modificación normativa que regula este Cuerpo, pero, a día de hoy, aún no se ha realizado.