La Guardia ''Cíber-Civil''

Quién le iba a decir en 1850 al Duque de Ahumada que aquel cuerpo de seguridad que él creaba se convertiría en lo que hoy es la Guardia Civil. La Benemérita acaba de estrenar un verdadero arsenal tecnológico. Te contamos cómo es.

En realidad, la pareja no ha muerto del todo, sino que está separada. A bordo de un coche cada uno, los agentes patrullarán un tramo de carretera y cada uno lo hará en un sentido. Así, si uno tiene problemas, el otro puede llegar en su auxilio o, si es preciso, esperar a un posible infractor que huya. Esta eficacia será posible gracias a que estarán permanentemente comunicados entre sí y sus conversaciones, así como los diálogos que mantengan con los conductores a los que sancionen o inspeccionen, serán grabadas. Cuando uno de los guardias localiza un vehículo que no respeta el código de circulación, se situará tras él y, una vez registrado el coche por la cámara de vídeo, le hará señales para que se detenga fuera de la calzada. Cuando lo haya hecho, a través de la megafonía, el agente pedirá a los ocupantes del coche parado que no se bajen de él por motivos de seguridad.

En un intento de agilizar la tarea de los agentes, se les dota también con diversos elementos que les permitirán informatizar todo lo que hagan. Así, llevan un terminal de comunicaciones de mano, que es un pequeño ordenador portátil que suministra información sobre personas requeridas por la justicia, coches sospechosos, infractores, vehículos robados, etc. El guardia sólo tiene que introducir en el ordenador la matrícula para conocer estos datos. Además, este terminal permite cobrar multas en el acto, pues incorpora un lector de tarjetas de crédito y una impresora para emitir recibos y boletines de multas. Para los atestados, que requieren un mayor trabajo documental, el coche patrulla cuenta con un ordenador portátil “ruggerizado", es decir, con el disco duro especialmente protegido por un gel. En esta máquina se ha instalado todo el software necesario para emitir denuncias, redactar informes, levantar croquis del lugar del accidente, etc.

A esta labor de campo contribuirán también las 1.500 cámaras digitales de mano que se han adquirido para los agentes. Con ellas, podrán fotografiar lo que necesiten y adjuntar rápidamente la fotografía al atestado informatizado. Estas cámaras se repartirán entre los equipos de atestados y los guardias que patrullan en moto.

Esta nueva rutina de trabajo sustituye definitivamente a las formas tradicionales de actuación de la Guardia Civil y, en principio, debería darle más capacidad de vigilancia y mayor eficacia en el control del Tráfico.