El Govern tiende la mano a PSC y PPC pero insiste en salir del régimen común

El Govern se ha mostrado hoy abierto a las aportaciones que puedan hacer PSC y PPC al modelo de pacto fiscal, aunque insiste en que Cataluña debe salir del régimen común de financiación autonómica y dotarse de un sistema específico.

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha cerrado hoy en el Parlament la ronda de reuniones con líderes políticos catalanes, al verse con representantes de las tres últimas fuerzas parlamentarias que le faltaban, antes de la cumbre del pacto fiscal el 30 de mayo.

El presidente de Ciutadans, Albert Rivera, ha avisado a Mas de que su propuesta acabará en vía 'muerta', el secretario general de Solidaritat, Uriel Bertran, ha pedido que Cataluña gestione también las cotizaciones sociales y el diputado Joan Laporta ha prometido su apoyo a un sistema que 'no se desvíe' del concierto económico.

Tras los encuentros, que Mas ha ido manteniendo entre votación y votación de las mociones presentadas en el pleno de esta semana, el portavoz del Govern, Francesc Homs, ha explicado que hoy mismo el presidente firmará los escritos de convocatoria de la cumbre.

Una vez completada la tanda de reuniones, la primera conclusión que ha querido destacar Homs es la 'unanimidad' en el diagnóstico sobre los problemas de financiación de Cataluña: 'Todos coincidimos en decir que con lo que tenemos no vamos a ninguna parte'.

Según Homs, el conjunto de la política española debería 'tomar nota' de esta unanimidad en Cataluña en considerar que el 'talón de aquiles' de la economía catalana es esta financiación 'claramente insuficiente', aunque cada uno lo explica con distinta 'intensidad'.

La cumbre de la próxima semana, de la que el Govern no cree que saldrá un documento consensuado, debe servir al menos, según Homs, para 'certificar este diagnóstico' y poner en común las recetas.

Otras coincidencias que identifica el Govern son la necesidad de que Cataluña tenga un 'modelo de financiación propio' y contribuya a la solidaridad pero de manera diferente a como hasta ahora: 'Hoy no se aplica la solidaridad, sino la imposición, porque no se practica con libertad'.

Homs ha reconocido que donde no hay todavía un acuerdo 'amplio', que incluya por ejemplo a PSC y PPC, es en la definición del modelo de Agencia Tributaria que debe gestionar los impuestos en Cataluña.

En un guiño a socialistas y populares, y para no enturbiar las conversaciones más o menos discretas que tendrán lugar antes de la cumbre, ha dicho que 'no se le pide a nadie que renuncie a nada'.

Es más, ha remarcado que el Govern está abierto a 'incorporar ideas y propuestas' a las bases del pacto fiscal aprobadas en otoño en el Parlament con los votos de CiU, ICV-EUiA y ERC, para poder así 'ensanchar' el consenso.

Como prueba de esta predisposición a hacer ciertas concesiones, Homs ha argumentado que, si se hubiese querido impulsar un pacto fiscal 'con voluntad de excluir', hace tiempo que se habría llevado el borrador de pacto fiscal al pleno del Parlament, para aprobarlo sin necesidad de contar con los votos de PSC y PPC.

Hoy mismo, para reivindicarse ante Mas y exigirle que se avenga a un pacto fiscal 'viable' legalmente, se han reunido en el Parlament el socialista Pere Navarro y la popular Alícia Sánchez-Camacho.

En su primera reunión pública, que ha durado veinte minutos, el primer secretario del PSC y la presidenta del PPC han reivindicado el peso de sus partidos tanto en Cataluña como en el Congreso, donde tendría que aprobarse una eventual reforma de la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA).

Tanto socialistas como populares hablan de un nuevo modelo de financiación singularizado para Cataluña, pero sin romper con la LOFCA, para garantizar así la legalidad de la propuesta.

Hoy Homs ha subrayado que en el actual marco legal conviven el régimen común que se aplica sobre la gran mayoría de comunidades autónomas y el régimen foral vasco y navarro.

La propuesta catalana, ha resaltado, 'respetará la legalidad', pero eso no quiere decir que no obligue a 'modificar leyes'.

Más allá de los 'juegos de palabras' sobre si el pacto fiscal debe enmarcarse o no en la LOFCA, fuentes del Govern aseguran que una de sus líneas rojas negociadoras es dejar claro que Cataluña queda fuera del régimen común y huye así del 'café para todos'.