Ganvam advierte de que el acoso al automóvil puede desplomar la recaudación

La Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (Ganvam) ha advertido hoy de que el 'acoso y derribo' al automóvil terminará por desplomar la recaudación.

El presidente de la Asociación, Juan Antonio Sánchez Torres, ha alertado hoy en una nota difundida tras conocerse la nueva caída del mercado español de turismo en el mes de marzo que la amenaza de posibles nuevas subidas de impuestos al sector del automóvil está generando un clima de desconfianza que acabará por dañar los ingresos de más de 25.000 millones que aporta a las arcas públicas vía impuestos.

Sánchez Torres, que representa a 4.600 concesionarios y servicios oficiales y 3.000 compraventas, ha explicado que esta 'amenaza fiscal' que parece acechar siempre al automóvil es 'especialmente inoportuna' si se tiene en cuenta su confluencia en el tiempo con la crisis económica y la caída del consumo.

Estas dos circunstancias han deprimido las matriculaciones más de un 50 % en los cuatro últimos años, con una previsión inferior a las 800.000 unidades para este ejercicio.

El responsable de Ganvam ha señalado que la persecución fiscal a este sector no contribuye a restaurar cierta normalidad ni a impulsar las ventas, sino que por el contrario puede contraer su aportación a las arcas públicas, equivalente por sí sola a más del 80 % de todo el recorte que se deberá realizar este año para lograr el objetivo de déficit del 5,3 %.

Y es que el simple hecho de que se especule con subidas de impuestos ya desincentiva la compra, como es el caso de la hipotética subida del IVA a partir del próximo año -que podría pasar del 18 % al 21 % para situarse al nivel de otros países europeos-.

Pese a que su impacto sería más psicológico que real para el bolsillo de los compradores, este aumento medio de unos 600 euros en el precio de los vehículos supondría un duro frenazo a las matriculaciones y, por tanto, redundaría en una menor recaudación.

Algo similar ocurre con la posible subida de los impuestos especiales, como el de hidrocarburos, que vendría a sumarse a los históricos precios que vienen marcando los combustibles y al 'céntimo sanitario' que ya se aplica en determinadas comunidades autónomas, como Andalucía, Castilla y León o Baleares.

Según Sánchez Torres, este tipo de tasas 'hacen que quien tenga coche lo utilice menos, y que quien aún no lo tenga se lo piense dos veces antes de dar el paso', al igual que ocurre con las restricciones al tráfico en el centro de las ciudades a las que abrió la puerta el Ministerio de Medio Ambiente a finales del pasado año.

También los vehículos diesel, empleados por siete de cada diez españoles, se encuentran actualmente en el punto de mira de una posible subida de los impuestos de matriculación y circulación cuando se revise la actual Ley de Calidad del Aire, a pesar de que todo el sector coincide en que el mejor camino para reducir las emisiones sería fomentar la renovación del parque mediante un plan de subvenciones con retorno.

Una medida de este tipo no sólo sacaría del mercado los coches con más emisiones -el 20 % más antiguo del parque responde del 80 % de la contaminación-, sino que además compensaría con creces su coste para la Administración gracias a la recaudación adicional por IVA, Impuesto de Matriculación (en su caso) y otros impuestos especiales.