Un futuro más seguro

En el pasado Salón del Automóvil de Detroit Volvo presentó un prototipo denominado SCC que era un escaparate de la tecnología que el fabricante sueco estaba desarrollando para las futuras generaciones de sus automóviles. Hemos podido conducirlo y apreciar que supone una gran paso adelante en un apartado en el que Volvo puede presumir de conocerlo en toda su extensión: la seguridad.

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La seguridad y Volvo son dos palabras que suelen ir bastante aparejadas en las conversaciones que se escuchan en la calle. Y es que para la marca sueca la seguridad es un componente importante dentro del pliego de condiciones de cualquier automóvil que lleve su firma. El Volvo SCC no es un modelo pensado para llevarlo a la producción sino que, como indican sus siglas -Safety Concept Car-, no es más que una herramienta con la que poder enseñar la tecnología en materia de seguridad que poco a poco se irá implantando en los modelos de la marca sueca. Sin embargo, no sería descabellado pensar que, al igual que sucedió con el Concept Car que presentó la marca a principios de los '90 que definía perfectamente la estética del que sería futuro S80, en esta ocasión sirva como base para la concepción de alguno de los coches que Volvo tiene en desarrollo.

En los últimos tiempos se ha avanzado bastante en materia de seguridad en el automóvil y han ido apareciendo e incorporándose de forma más o menos rápida elementos como los airbags de todo tipo, los cinturones de seguridad con pretensores, reposacabezas activos y una larga lista más de elementos que están destinados a que una vez que se ha producido el accidente se reduzcan al máximo posible sus consecuencias en las personas. Pero, lo ideal sería que los coches estuvieran diseñados y contaran con múltiples sistemas que hicieran que los elementos de la seguridad pasiva de cualquier vehículo se "aburrieran" durante toda su vida activa porque nunca se habría recurrido a ellos, y que los accidentes sólo fueran algunos recuerdos de un pasado al que se ha dado una completa solución. Pero, como lamentablemente esto no es así en la actualidad, se ha de trabajar para lograrlo en un futuro que esperamos no sea muy lejano.Volvo tiene claro que la seguridad activa es fundamental para evitar los accidentes y para ello lleva inmersa en profundos estudios que abarcan un amplio número de actividades e implican a diversos sectores con el fin de que sus coches estén, como mínimo, como hasta ahora, es decir, entre los más seguros de los que circulan por la carretera.

Uno de los primeros pasos en los que se ha trabajado para mejorar la seguridad en la conducción es en desarrollar un sistema para que el conductor esté colocado en su puesto de conducción de forma tal que posea una eficaz visión de todo cuanto le rodea. Y es que, según estudios de la marca, más del 90 por ciento de la información que recibe el conductor llega precisamente por la vista. Una vez acomodados en el asiento del conductor en el SCC llega la primera sorpresa: no tenemos que tocar nada, el coche adapta todos los mandos a la fisonomía del conductor. Para ello cuenta con un sensor que localiza la ubicación de los ojos del conductor y adapta de forma completamente automática su entorno para que el campo visual sea lo más eficaz posible; así desplaza la banqueta, los pedales, el suelo, el volante y la consola central donde están ubicados los controles y la palanca de cambios para que todo esté correctamente instalado y adecuado a cada conductor de la forma más ergonómica posible. Esto, que a simple vista puede parecer una nimiedad, resulta verdaderamente eficaz en esa búsqueda del más alto grado de seguridad, ya que es muy importante que el conductor se sienta cómodo y tenga todo al alcance cuando está desarrollando su trabajo de conducir.

El siguiente paso es eliminar en lo posible las barreras visuales que son moneda corriente en un automóvil convencional: los pilares que conforman y dan rigidez al bastidor. El pilar A, el que se encuentra en el marco del parabrisas y que impide tener una clara visión hacia los laterales en los cruces y que siempre estorba en las curvas, está construido en una combinación de metal y plexiglás transparente que permite reducir en un alto porcentaje el ángulo muerto habitual de este montante. El pilar B, justo el que se encuentra en el centro del coche, es también el causante de que un vehículo se pueda "esconder" en el ángulo muerto que provoca y que tengamos una colisión si cambiamos de carril sin apreciar su presencia. Este pilar es muy importante para la seguridad ya que en él suele ir sujeto uno de los puntos del cinturón de seguridad y resulta de especial importancia a la hora de un choque lateral. Para evitar que forme parte del problema del ángulo muerto, los ingenieros de Volvo lo han diseñado de forma combada hacia dentro en su parte superior sin reducir en ningún punto el grado de seguridad que aporta este pilar a la estructura del coche. Aún así, el Volvo SCC está dotado de algunos ayudantes mecánicos que están siempre alerta para que un despiste en un momento dado del conductor sólo se salde simplemente con un "aviso". En los espejos retrovisores exteriores el SCC cuenta con unos avisadores luminosos que nos indican de la presencia de un vehículo en el lateral en forma de luces amarillas; si aún así hacemos intención de cambiar de carril y ponemos el intermitente, las luces amarillas se vuelven rojas y una señal de peligro sonora nos indica del peligro de nuestra maniobra. Además, se dispone de unas cámaras situadas en los espejos retrovisores y en la parte trasera, que pueden mandar imágenes al monitor de televisión instalado en el centro del salpicadero y que nos facilitan y aseguran las maniobras de marcha atrás. Si nos aproximamos demasiado al coche que nos precede, el SCC cuenta con un sistema sonoro que nos avisa de esta circunstancia con lo que se aporta una importante solución a los accidentes causados por despiste del conductor. Otro de los sistemas con que contaba el SCC es un "detector de sueño". Lo habitual cuando un conductor se duerme al volante es que el coche vaya cambiando su trayectoria de forma suave y progresiva, nunca da un volantazo, nos indican los ingenieros de Volvo, por lo que el SCC cuenta con un sistema que detecta esta pérdida lenta de trayectoria y hace saltar una alarma sonora en el interior del habitáculo para que el conductor retome la conducción. Para ello cuenta con unas cámaras enfocadas hacia delante que miden la posición del coche tomando como referencias las rayas pintadas en el asfalto a derecha e izquierda hasta 20 metros por delante del coche.

Después de registrar la huella dactilar y aparejarla a un nombre, el VPC almacena todos los registros que ese usuario en concreto quiera encontrarse cuando se dispone a usar el automóvil. Así, se pueden memorizar si se quiere que cuando nos acerquemos y toquemos la manija de la puerta se abra sólo la puerta del conductor o todas a la vez, recordará si hemos ajustado de forma individual parámetros como la posición del volante, retrovisores, así como cuáles son nuestras preferencias cuando abandonemos el coche: que permanezcan encendidas las luces durante un tiempo, conectar la alarma, en definitiva, se puede hacer que el coche esté preparado para el gusto particular de cada usuario. En el VPC se puede programar un viaje con lo que al llegar al coche y arrancar -simplemente girando un interruptor, puesto que la llave física es sólo para emergencias- el navegador ya habrá calculado la ruta y se dispondrá a llevarnos por el camino más rápido a nuestro destino. En el interior del Volvo SCC están instalados unos sensores de latidos del corazón, que están comunicados con el VPC y éste nos avisa que en el interior del coche se ha detectado la presencia de alguien; con ello se cumplen dos objetivos, uno que no se active la alarma si dejamos a alguien dentro del coche y bloqueamos la puerta y, dos, que si alguien se esconde en su interior sabremos de su presencia antes de abrir el coche. El VPC utiliza la tecnología Bluetooth con lo que se puede conectar a un teléfono móvil o a un ordenador personal o agenda que dispongan de esta tecnología.