La Fórmula 1 refuerza su seguridad

Las últimas modificaciones en la reglamentación de la Fórmula 1 tienden a aumentar la seguridad en las carreras y a reducir las diferencias entre escuderías, pero también a crear nuevos temas de controversia.

En cuanto a las normas que regirán el desarrollo técnico y deportivo de la próxima temporada, el máximo organismo internacional del deporte del motor ha decidido, entre otras cosas, prohibir la realización de entrenamientos privados desde el final de la temporada hasta el 31 de diciembre. En total dos meses y medio de inactividad, frente al mes (siempre en noviembre) de campañas anteriores. Con ello, se pretende limar las diferencias entre equipos más ricos y las escuderías con menos recursos. En su lugar, la FIA ha levantado la limitación que pesaba sobre el número de pruebas que pueden realizar los conjuntos a lo largo del año. Siguiendo con esa tentativa de reducir las desventajas entre equipos, el reglamento técnico incluye la prohibición de sistemas con capacidad para detectar la señal de inicio de la carrera, lo cual otorga unas décimas de ventaja en la parrilla a las escuderías que dispongan de esta tecnología, y de los sistemas de asistencia a la dirección controlados electrónicamente. La dirección asistida se ha generalizado en la Fórmula 1 en los dos últimos años, aunque sólo BAR y Ferrari se verán perjudicados por la decisión, por ser los únicos que utilizaban la ayuda electrónica. Por último, la decisión que más controversia ha causado en el seno del circo rodante ha sido la posibilidad de que los monoplazas lleven instalados transmisores de radio para comunicarse bidireccionalmente con la escudería. Anteriormente, sólo estaba permitida la comunicación en un sentido: de piloto a boxes. La recepción de información de su equipo permitirá a los pilotos conocer distancias, número de vueltas restantes, modificar la estrategia de cambio de ruedas, etc. Las primeras voces de oposición ya han surgido alegando que reducirá un poco más el papel de los pilotos. El jefe del departamento deportivo de Mercedes, Norbert Haug, ha insinuado que los pilotos serán de "control remoto", lo cual nos ha retrotraído al comentario de Niki Lauda sobre la capacidad de un mono para conducir un monoplaza. Su homólogo en BMW, el ex piloto Gerhard Berger, ha manifestado ciertas reservas. "Si el propósito es la mejora de la seguridad, entonces será bienvenido por todos. Pero si influye en la conducción sin la acción del piloto, no puede ser considerada como una medida correcta. Podría salir del monoplaza, sentarme en frente de un monitor en los boxes y correr desde allí". Por su parte, el reelegido presidente de la FIA, Max Mosley, ha defendido la posibilidad de transmisión de datos al piloto, ya que, en su opinión, el talento del piloto es el factor definitivo en el desenlace de la competición. "Si ese no fuera el caso, la diferencia entre el mejor y el peor conductor sería ínfima, por tanto los equipos invertirían más en nuevas técnicas y no en el piloto más rápido". Mientras tanto y ajenos a estas polémicas, los ingenieros y los mecánicos de los equipos comienzan a trabajar ya sobre la base de la nueva reglamentación. Ahora tienen dos meses y medio antes de que el circo se ponga de nuevo en movimiento.