Forenses aseguran que el autor confeso de la muerte de Fernando Jurado 'sabía y conocía lo que hacía'

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Jaén ha acogido este martes la segunda sesión del juicio con jurado popular contra el autor confeso de la muerte del expolítico de la UCD en Jaén, empresario y abogado Fernando Jurado, Antonio Q.G., del que los forenses han asegurado en su declaración que 'sabía y conocía lo que hacía' en el momento de los hechos, el 3 de marzo de 2010 en la zona de La Sima del término municipal jiennense de Pegalajar.

En la vista, uno de los forenses ha reiterado que no sufrió merma alguna en su capacidad cognitiva, con lo que 'tenía capacidad de conocer y decidir una opción u otra'. Además, tenía 'lucidez y se acordaba perfectamente de lo que había sucedido en su testimonio', es más, 'se acordaba de los tiempos y se arrepentía de lo que había provocado', es decir, 'le había dado el valor lícito a su acción'.

En cuanto a la enfermedad que el acusado padece estando afectado de colon y habiendo sido intervenido por ello, la forense ha corroborado que 'no tiene nada que ver' con el hecho de que pueda cometer tal acción, y es que, 'una cosa es que no debe por consejo médico y otra muy distinta que pueda', ha aseverado. Así, sus palabras han sido ratificadas por su compañero forense, que ha negado el hecho de que todos los enfermos que padecen su patología no puedan realizar esfuerzos, pues 'muchos de ellos hacen vida completamente normal'.

Asimismo, otro de los forenses que practicaron la autopsia a Jurado ha alegado que las 26 heridas fueron ocasionadas por un arma blanca, que ha sido mostrada en el juicio, no coexistiendo signos de violencia ajenos a dicha arma, de unos diez centímetros de largo y 2,5 centímetros de ancho, en el cadáver. Así, ha especificado que seis de ellas penetraron en cavidades, resultando cuatro heridas mortales de necesidad en los pulmones y el corazón, las cuáles fueron las últimas que al parecer fueron propinadas y que provocaron el fallecimiento de Jurado por hemorragia.

De igual forma, ha señalado que en el cuerpo se hallaron heridas de defensa, una en la mano derecha, otra en la izquierda y otra en el antebrazo izquierdo al intentar, al parecer, defenderse la víctima de las agresiones que estaba sufriendo por parte de Antonio Q.G. De su lado, un equipo especializado en química de la Guardia Civil ha señalado que el machete que fue analizado contenía fibras que se correspondían con las de la cazadora que llevaba Fernando Jurado en el momento de su muerte, prenda que registraba un total de '29 cortes con cuchillo que puede ser el referenciado por las características del mismo'.

SIN AGRAVANTES NI ATENUANTES

Así las cosas, atendiendo a las manifiestas pruebas periciales el Ministerio Fiscal se ha mantenido en su acusación no agregando atenuantes ni agravantes. Así, ha considerado que el acusado es autor de un delito de homicidio sin circunstancias que lo modifiquen. No obstante, ha hecho hincapié en que sus primeras declaraciones ante el Instituto Armado y en el Juzgado no se corresponden con las prestadas este lunes en la Audiencia, sino que 'se contradicen constantemente'.

Según ha argumentado la fiscal, el procesado dijo primero que se había hecho con el machete 'porque los ánimos estaban muy cargados', mientras que más tarde ha declarado que 'lo empleó para coger espárragos'. Lo mismo ocurre con el hecho de que la primera puñalada la proporcionó en la mano derecha, si bien este lunes aseveró que había sido en el costado. También se contradice en que el expolítico cogiera una escopeta de su vehículo, pues en primera instancia alegó que no la llevaba.

Tal y como ha continuado la fiscal, Antonio Q.G. cerró la cadena que conduce a la finca de la víctima tras pasarla y tras haberla dejado abierta Jurado. Todo ello habiendo cambiado de vehículo, algo en lo que cree que 'no hubiera caído si hubiera ido ebrio' y, además, 'conduce el vehículo sin problemas y sin luces por un camino especialmente dificultoso', lo que a su entender fue 'para evitar que se advirtiera el cadáver de la víctima'.

Otro dato a destacar es que ante el Juzgado el procesado confesó que había cogido la escopeta del empresario porque 'tenía intención de matar a otros dos con nombre y apellidos', cuando este lunes aseguraba que la cogió para suicidarse. Finalmente, ha afirmado que Antonio Q.G. 'era una persona plenamente consciente de sus actos que demostró frialdad', atendiendo al informe elaborado por los forenses.

En este sentido, ha manifestado que confesó los hechos 'tres días más tarde' de causar el fallecimiento, cuando ya se había procedido al levantamiento del cuerpo y se había hecho el registro de su domicilio así como la primera parte del de la nave de aperos. Por ello, 'confiesa cuando se ve abocado y sabe que el procedimiento va contra él'. Además, se quita la ropa y la traslada a la provincia de Granada para tirarla junto al machete y la escopeta 'no porque esté arrepentido, sino para tratar de ocultar pruebas.

Al respecto, ha incidido en que no actuó en legítima defensa, ya que no había una lesión previa de la que defenderse. Teniendo en cuenta que el daño causado es 'muy difícil de reparar', la Fiscalía ha pedido 12 años de prisión y 300.000 euros de indemnización para la familia de Jurado.

'ME TENGO QUE VER ESPOSADO'

Por su parte, el abogado de la acusación particular ha hecho referencia a que el acusado dijo horas previas a ocasionar dicho suceso en el bar donde se encontraba con unos conocidos que 'se tenía que ver esposado' y que lo acaecido días antes en la zona de La Guardia 'no iba a ser nada' comparado con lo que él mismo iba a protagonizar, con lo que 'tenía la idea de matar a Jurado y por esto subió a La Sima, en su busca'. Además, ha insistido en que el carril por el que Antonio Q.G. fue lleva exclusivamente a la finca del fallecido y no tiene salida.

Asimismo, el letrado de la acusación ha comentado que el ataque fue 'sorpresivo' y que la víctima recurrió a su vehículo para resguardarse de las agresiones, tal y como demuestran las manchas de sangre halladas en torno a su automóvil, prueba de que 'intentó huir del acusado' después de que le propiciara la herida de seis centímetros en la mano derecha que 'impedía su movilidad'. De este modo, haciendo alusión al 'ánimo homicida' del procesado, ha argumentado que 'cómo es posible que Jurado, de complexión más fuerte, no le proporcionará ni un arañazo'.

Por último, ha recordado que Antonio Q.G. ya fue condenado a dos años de prisión por un delito de lesiones a un primo hermano de su esposa y también vecino colindante en La Sima. Por todo ello, ha pedido la pena de prisión de 20 años, así como indemnizar a la familia de Jurado en 400.000 euros. Por su parte, el abogado de la defensa ha argumentado que su cliente se encontraba 'embriagado al haber bebido de más' y que 'al temer que le agrediera con la escopeta le pinchó en el costado'.

Además, ha señalado que 'no hay contradicciones' en su testimonio, pues, según ha hecho hincapié, en definitiva ha reconocido ser el autor de la muerte. Así, ha continuado, 'pensando que se estaba jugando la vida y que iba utilizar la escopeta, que estaba cargada, actuó'. Es más, ha insistido en que las heridas de defensa en el cuerpo del empresario 'significan que hubo lucha entre ellos'.

En cuanto a reconocer los hechos, el letrado ha incidido en que la Guardia Civil 'podía sospechar de Antonio Q.G. por las rencillas existentes entre ambos al igual que podía sospechar de otras muchas personas'. De su lado, el acusado ha querido pedir 'disculpas' públicamente a la familia de su víctima y ha dicho estar 'totalmente arrepentido', ya que, en su opinión, 'fue un accidente'. Así, el juicio queda pendiente del veredicto del jurado popular, que se pronunciará en los próximos días.