Un fiscal pide 43 años de prisión por tirotear a una mujer tras una discusión de tráfico

El representante de la Fiscalía de Madrid ha elevado de 37 a 43 años y medio de cárcel la solicitud de condena para Ángel O. S., de 76 años, un acusado de acribillar a bocajarro una mujer en el pecho y cuelo durante un tiroteo que inició el hombre el 20 de agosto de 2010 tras una discusión de tráfico en Ciudad Lineal.

Antes de quedar visto para sentencia el juicio, el fiscal ha modificado su acusación inicial, elevando la pena a 43 años y medio de prisión por un delito de asesinato consumado, cuatro delitos de homicidio en grado de tentativa y tenencia ilícita de armas con la agravante de haber sido introducida de forma ilegal en España.

Por su parte, el abogado del acusado ha solicitado que se le aplique una eximente incompleta al estimar que sufrió un trastorno mental transitorio, por lo que pide una pena de 10 años de cárcel. De forma alternativa, ha pedido que se le aplique una atenuante muy cualificada por arrebato o obcecación, con una pena de 14 años de prisión.

En su turno a la última palabra, Ángel O. S. ha culpado al marido de la fallecida de lo ocurrido. 'La clave de lo que pasó es que me volví loco. Él tiene la culpa por atacarme. Llegó como un animal y me volvió loco. Si no hubiera parado, esto no habría ocurrido. Siento mucho lo que pasó', ha aseverado.

En su alegato, el fiscal ha esgrimido que los hechos constituyen un delito de asesinato consumado porque el acusado ocasionó 'una muerte de forma dolosa y alevosa, intentado quitarle la vida a su marido y a otras tres personas más'.

Además, ha destacado que el hombre descerrajó dos tiros a quemarropa a la mujer: uno a 30 centímetros del pecho y otro a un centímetro del cuello. Tras perseguir con su arma al marido, a quien disparó en dos ocasiones, regresó donde yacía la mujer y la remató con otro tiro.

'Nadie se podía creer lo que estaba pensando. La víctima lo último que se esperaba es que fuera a ser disparada a quemarropa', ha subrayado el fiscal.

Por su parte, la acusación particular ha resaltado la reacción desproporcionada del procesado al empuñar un arma de fuego en el transcurso de una discusión de tráfico en el que las víctimas no tuvieron contacto físico con el procesado.

Por su parte, la defensa ha recalcado que a la discusión de tráfico se ha sumado la alteración que supuso al hombre los hechos a tenor de la vida tranquila que llevaba, en la que lo único que le preocupaba era dar de beber a su gato. 'En su forma de ser imperturbable le hicieron perder los nervios', ha reseñado.

Tras quedar visto para sentencia, uno de los hijos de la fallecida ha increpado al procesado al grito de 'viejo, espero que no te mueras nunca'. El joven ha sido calmado por su hermano, abandonando la sala de vistas.

INSULTADO

En su declaración, el procesado narró la pasada semana que la pelea se inició después de que los ocupantes de un vehículo se pusieran delante suyo tras un semáforo y empezaron a insultarle. Según su versión, decidió bajar del coche para mantener una discusión verbal, pero decidió regresar ante los insultos que le estaban propinando.

Una vez en el interior de su vehículo, la mujer comenzó a dar golpes y patadas al coche, mientras que el otro ocupante permanecía apartado como 'un cobarde', según el procesado. 'Me volví loco supongo. Nunca he disparado a nadie. Me puse loco y no me acuerdo de qué pasó después', declaró.

Al perder los nervios, según el fiscal, el hombre sacó de la guantera del vehículo una pistola y descerrajó cuatro tiros. Según ha contado el acusado, uno lo disparó contra el pecho de la mujer, otro contra su marido y dos más al aire.

'Sólo le disparé a él y a ella. Es mentira eso que dicen que disparé hasta 70 veces. ¿Dónde están las balas que disparé?', manifestó el hombre, lo que le valió una reprimenda por el tribunal por lanzar a los magistrados esta pregunta.

RELATO DEL FISCAL

Los hechos se remontan a las 18 horas del 20 de agosto de 2010, iba a bordo de un automóvil Ford Focus cuando inició una fuerte discusión con los ocupantes de un Renault Megane, un hombre y una mujer, cuando circulaban por la calle Arriaga, en el distrito de Ciudad Lineal.

Los dos conductores bajaron de sus respectivos vehículos y, en pleno intercambio de graves insultos, el procesado esgrimió una pistola y, apuntando a la mujer con la intención de acabar con su vida, disparó el arma contra su pecho.

Ésta cayó automáticamente al suelo y, a continuación, cuando su pareja se acercó a auxiliarle, el procesado le disparó en dos ocasiones también a él, sin llegar a alcanzarle. Además, intentó una tercera detonación cuando su víctima se alejaba del lugar corriendo, pero el arma se encasquilló.

No obstante, el procesado, después de manipular unos instantes la pistola, logró hacerla de nuevo operativa para disparar posteriormente otras dos veces contra un testigo que le recriminaba su acción violenta.

Ambos disparos no alcanzaron su objetivo, sin embargo, no satisfecho aún con su actuación, volvió a apretar el gatillo hasta en otras cinco ocasiones más contra otros dos viandantes que se encontraban en la zona.

Los testigos consiguieron protegerse de la agresión y no resultaron heridos. A continuación, Ángel O. S. se dirigió de nuevo al lugar donde yacía la mujer y, poniéndole el cañón del arma en el cuello, efectuó un nuevo y definitivo disparo. La mujer falleció minutos después.

El procesado, que se encuentra privado de libertad desde el mismo día de los hechos, presenta una personalidad con rasgos esquizoides pero no padece trastorno psiquiátrico alguno que le afecte a sus capacidades intelectivas o volitivas. Carecía de licencia de armas y le fue intervenida una pistola semiautomática marca 'Star' y dos cargadores.