Fiat busca en su pasado el coche del futuro

En 1922, Lancia, hoy una parte de Fiat, montaba en su modelo Lambda un bastidor que supuso una revolución: era portante. El sistema se popularizó tras la II Guerra Mundial y luego fue superado por el bastidor autoportante. Ahora, resucita.

Cuando gira el volante, el conductor quiere sentir la resistencia de la mecánica, la solidez del vehículo que guía, las sensaciones de la conducción, en pocas palabras. Eso, hasta ahora, es algo natural. El funcionamiento básico de los coches es algo puramente mecánico, sin embargo, esto va a cambiar. Aunque no por ello cambien las sensaciones al volante. Fiat ya trabaja en esta transformación. La tecnología Corner by wire, o actuación sin conexiones físicas, es la estrella del proceso que llevará a la marca italiana a ofrecer coches muy distintos a los actuales en un lapso de 10 ó 15 años. La clave está en sustituir los mecanismos por electromecanismos. Se eliminan las piezas que conectan los mandos con la mecánica del coche y poner en su lugar sensores y sistemas electrónicos de comunicación. Por ejemplo: queremos frenar. Ya no habrá que accionar un artefacto hidráulico a fuerza de pisar un pedal. La pisada, o lo que hagamos con el mando del freno, será recogida por un lector electrónico que se comunicará con unos motores acoplados a las pinzas de freno y les hará trabajar en función de la intensidad de la frenada. Lo mismo sucederá con la dirección. Sencillo en apariencia, pero muy complejo en realidad. Esta técnica permitirá integrar perfectamente todas las acciones del coche. El punto más importante serán las suspensiones. Aplicarles esta técnica supondrá abaratar terriblemente sus costes, pues sólo necesitarán un motor y un tirante, además de los actuadores específicos. Una legión de sensores medirá constantemente el estado del suelo, el tipo de conducción del piloto, las condiciones climáticas… Estos sensores decidirían en fracciones de tiempo ínfimas cómo debe comportarse la suspensión en cada momento. Los motores la adaptarían a las circunstancias de una forma muy sencilla, limpia de todo accesorio. Más adelante, en unos 15 años, Fiat estará en disposición de ofrecer vehículos que, una vez "desconectadas" todas las conexiones entre los mandos y los mecanismos, se puedan conducir con un joystick, un teclado o, incluso, un ratón.