La margarita de Fernando Alonso

¿Me quiere o no me quiere? Ésa es la cuestión. Ha sido destapada involuntariamente por el campeón mundial de Fórmula 1 con aspecto de hombre anuncio, Fernando Alonso. La moda de personalizar el vehículo con la ayuda de unos cuantos adhesivos –en este caso la margarita de su patrocinadora marca de ropa, Guru- devuelve a las pasarelas de la carretera un símbolo estético mítico: ¡las pegatinas!

La margarita de Fernando Alonso
La margarita de Fernando Alonso

Durante el proceso de documentación acerca de tan repentino fenómeno decorador, este periodista dio, Internet mediante, con una noticia aparecida en la edición web del diario Gara que daba un giro de 180 grados a la intención primeriza (y lúdica) de este reportaje. Se trataba del presunto anuncio de la Comisión Europea de tramitar la prohibición –a propuesta del grupo conservador- no sólo de las clásicas pegatinas adheridas a las traseras de los vehículos con el distintivo regional –CAT por Cataluña, etcétera.-, sino también de todas aquellas alusivas a otras temáticas. Prohibición extensible para todos aquellos vehículos que circulen por suelo europeo, se entiende.Según la consulta realizada al presidente de la Comisión de Seguridad Vial en el Congreso, el diputado de Convergencia i Unió, Jordi Jané, el grupo conservador europeo sí que ha propuesto dicha prohibición, aunque, en palabras del propio Jané, “se trata de un planteamiento que ni está en fase de desarrollo ni mucho menos votado". Habrá que esperar.Y es que la reseña de dicho periódico se hacía eco de "los problemas que en ocasiones han tenido algunos ciudadanos vascos" cuando han sido multados por determinadas pegatinas cuando viajaban por carreteras españolas. 'Inofensivas' pegatinas tales como las ‘ovejitas’, que al igual que las imágenes del burro catalán o del gato -que se han puesto últimamente de moda en los coches con matrícula de Cataluña-, actúan como emblemas regionales. Este hecho, sin embargo, no pudo ser contrastado con el departamento de prensa de la Ertzantza, quien remitió a este redactor a un absurdo e infinito proceso burocrático para averiguar una cuestión bien sencilla: ¿se multa o no se multa el llevar pegatinas en el coche? Quien sí lo confirmaba a Terra Autopista era el Servei Català de Trànsit. Según explicaron, los Mossos d´Esquadra sí castigan dicho arranque decorativo, aunque con el matiz de que esto se sanciona “siempre y cuando dificulte la visión de la matrícula, tal como dicta la normativa aplicada por la Dirección General de Tráfico", algo de carácter general para cualquier comunidad autónoma. La ley española, en su artículo 49.3 del Reglamento General de Vehículos, dice: “Queda prohibido que en las placas de matrícula se coloquen, inscriban o pinten adornos, signos y otros caracteres distintos de los señalados (...) incluida la publicidad en el interior de las mismas. Asimismo se prohíbe que en las partes anterior y posterior del vehículo se coloquen placas complementarias no autorizadas o se fijen o pinten marcas o distintivos (...) que puedan inducir a confusión con los caracteres reglamentarios de las placas de matrícula". Así que, visto lo cual, y mientras no quebrantemos la ley, podemos proseguir con nuestro periplo por el universo de la calcomanía automovilística.Nuestra siguiente parada en el sorprendente e inabarcable ámbito del adhesivo es un colectivo cada vez más en alza en España. Se trata del “tuning". Al “tunero", amén de un sinfín de posibilidades de cambios estructurales en el diseño de su vehículo, siempre le queda la opción, más económica, de la pegatina pura y dura. Según nuestros compañeros de la revista MaxiTuning, en líneas generales existen cuatro grandes grupos. Por una parte está la tendencia a conglomerar la carrocería con las pegatinas de la marca de recambios o complementos por la que han apostado desde el inicio del “tuneo", algo así como la bandera del buque insignia. Por otra, los característicos “flamings" o, en la lengua de Cervantes, las “llamaradas" que adornan tanto los laterales como los capós de ciertos vehículos. Más interesante aún resultan los conocidos como los adhesivos “tribales", que vendrían a ser algo así como el tatuaje del coche, con el añadido de que, además, existen webs donde el interesado puede realizar su propio diseño. La cuarta opción, es la de la “rotulación", que contrariamente al nombre, consiste en ilustrar la carrocería a base de pegatinas hasta conseguir un sello único y personal. Date una vuelta por los enlaces que te proponemos y descúbrelo tú mismo.

Lo que está claro es que, en tiempos de “revival", todo apunta a que la moda de las pegatinas vuelve para quedarse. Al tiempo.