Expertos aseguran que medidas de 'bajo coste' podrían evitar 'buena parte' de accidentes por salida de vía

Las salidas de vía por distracciones, problemas mecánicos o cualquier otro motivo representan anualmente el 40 por ciento del total de accidentes de tráfico con víctimas en España, sin embargo, 'buena parte' de estos siniestros podrían evitarse o minimizarse con medidas de 'bajo coste' y 'rápidas' de implantar, según han defendido varios expertos durante 26ª sesión técnica del Observatorio Nacional de Seguridad Vial celebrada en la DGT.

Así, soluciones como retirar guardarraíles innecesarios, rellenar las cunetas con materiales permeables que permitan al mismo tiempo recoger el agua y ampliar el espacio de la calzada para dar una oportunidad al conductor de que recupere el control de su vehículo o utilizar neumáticos usados para rodear obstáculos como las farolas, de manera similar a lo que se hace en los márgenes de los circuitos profesionales son algunas de estas medidas que ofrecen 'márgenes clementes' y pueden reducir la accidentalidad de acuerdo a los expertos que han intervenido en la jornada.

La importancia de estas medidas radica no sólo en la frecuencia de las salidas de vía sino también en su gravedad. El 51 por ciento de los accidentes por salida de vía de 2009 terminó con al menos una víctima mortal porque el vehículo chocó contra un obstáculo, según datos de la Asociación Española de la Carretera y la DGT, que han presentado durante la jornada el 'Manual de buenas prácticas para el diseño de márgenes de carreteras convencionales interurbanas'.

Sin embargo, parte de estos accidentes podrían haberse evitado o minimizado con medidas de bajo coste, evitando el accidente o en caso de que eso fuera imposible, evitando la muerte de los ocupantes del vehículos, según ha explicado el catedrático de Caminos de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad Politécnica de Madrid, Sandro Rocci.

En este sentido, ha explicado que si un vehículo se sale de la carretera, pero 'no tropieza con nada', el conductor se habrá 'llevado un susto enorme, pero no habrá pasado nada' y ha puesto como ejemplo los circuitos de Fórmula 1, en donde frecuentemente los coches se salen de la calzada 'a unas velocidades pasmosas y, a parte del susto y la emoción, no pasa nada' gracias a que existen márgenes suficientes sin obstáculos que permiten que el vehículo reduzca su velocidad o que el conductor se haga con el control.

'En las carreteras no se hace esto porque cuesta dinero y el impacto ambiental mayor', se ha quejado el experto, que ha abogado por realizar 'análisis bien hechos de cuántos muertos al año (por accidentes de tráfico) podrían ahorrarse' implantando este tipo de medidas. Asimismo, ha indicado que frecuentemente en España existen 'prejuicios' sin fundamento que evitan que se pongan en práctica medidas de este tipo.

Así, ha indicado que, a pesar de que las cunetas de los márgenes de la carretera están detrás del 25 por ciento de las víctimas mortales por salida de vía que se producen cada año, se siguen excavando cunetas en 'sitios en los que no hace falta' y hay administraciones que se oponen a soluciones de bajo coste como rellenar la cuneta con materiales que filtren el agua, como el balasto, al mismo tiempo que ofrecen una superficie lisa sin obstáculos al conductor para evitar choques porque 'costaría un poco más en conservación'.

Sobre este problema, la directora del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, Anna Ferrer, ha indicado que una de las dificultades para reducir este tipo de accidentes es que 'no hay un titular de la vía sino cientos', ya que una carretera puede depender del Ministerio de Fomento, pero también de una comunidad autónoma, de una diputación o de un ayuntamiento, que, en ocasiones, son gestores que 'tienen una extensísima red y no tienen recursos' para mejorar el margen de las vías.

Por ello, ha aplaudido iniciativas de 'bajo coste' como los consejos incluidos en el manual que 'puedan ayudar a la seguridad vial' y se pueden 'ir implementando poco a poco'.

Rocci se ha mostrado partidario de retirar los guardarraíles de los sitios en donde no sean estrictamente necesarios, porque suponen 'una aberración', ya que un choque frontal de un turismo contra ellos o el de un motorista puede tener graves consecuencias, y ha abogado por ampliar todo lo posible la denominada 'zona de seguridad', o lo que es lo mismo, la superficie libre de obstáculos y con poca inclinación que hay en el margen de la carretera.

Así, ha indicado que las cunetas o los taludes 'si su inclinación es pequeña, el vehículo se puede recuperar, si la inclinación es mayor, no se puede recuperar el control pero tampoco vas a volcar', mientras que si tiene una inclinación grande, 'generalmente se bajará por ella dando vueltas'. GUARDARRAÍLES CON UTILIDAD DUDOSA

Por su parte, adjunto a la Dirección del Centro de Experimentación de Vehículos del INTA, Ricardo Chicharro, ha asegurado que 'una buena parte de estos accidentes graves pueden minimizarse con métodos baratos' y ha apuntado que en las carreteras españolas hay 'gran cantidad de biondas (guardarrailes) cuya utilidad es dudosa'.

'Si uno se sale del asfalto, nunca se sale voluntariamente', ha recordado el experto, quien ha señalado que es trabajo de las administraciones poner los medios para que una vez que el conductor se ha salido de la vía, las consecuencias del accidente sean las mínimas. 'Casi siempre una salida de asfalto produce un accidente grave o muy grave y los motoristas lo tienen siempre fatal', ha subrayado.

Asimismo, ha indicado que las cunetas bien diseñadas, con el margen adecuado para que las consecuencias de la salida de vías, son 'excepciones' y no la norma general en las carreteras españolas.