Los fabricantes de coches, contra la Euro V

Acaba de entrar en vigor la normativa anticontaminación Euro IV y las autoridades de la Unión Europea ya trabajan en su evolución, la Euro V, que podría entrar en vigor en 2008. La futura norma es muy restrictiva y los fabricantes se preguntan si podrán hacer frente a la misma y a qué precio.

La Comisión Europea está trabajando en la futura ley anticontaminación Euro V. Es previsible que entre en vigor en 2008, después de que se apruebe en junio de este mismo año, al finalizar la presidencia austríaca de la UE. Los fabricantes de coches no están de acuerdo con la nueva normativa, que consideran excesivamente restrictiva. Afirman que encarecerá los coches, ya que, para conseguir adecuarse a los futuros límites de emisiones, todos los vehículos deberán instalar filtros de partículas y catalizadores. Y esto sale muy caro, según Anfac –Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones-, entre 600 y 1.200 euros más por vehículo.

Además no hay tiempo. La Unión Europea prevé un periodo de implantación de año y medio, mientras que los fabricantes aseguran que no se podrá hacer antes de tres años (en 2010 aproximadamente).

Para hacernos una idea, los motores de gasóleo tendrán que reducir la emisión de partículas un 80 por ciento y la de óxidos de nitrógeno un 20 por ciento. Estos datos obligarían a instalar los conocidos filtros de partículas y los catalizadores más modernos en todos los segmentos. En la actualidad, estos sistemas se montan en los coches de gama media-alta y alta, con lo que el precio en los vehículos de gama baja y media-baja se vería claramente perjudicado. Anfac denuncia que, precisamente, es ese tipo de vehículos el que se fabrica en nuestro país. Los biocarburantes son la apuesta más decidida para hacer frente a la actual dependencia de las sociedades modernas al uso del petróleo. Sin embargo, este tipo de combustible aún no ha cuajado lo suficiente. La Unión Europea se ha fijado un objetivo de consumo: un dos por ciento del total de los carburantes usados en el territorio comunitario debería ser biocarburante. Pues bien, según se refleja en un estudio publicado por el diario La Vanguardia en su edición de hoy, España no alcanza el mínimo. De hecho, Binet, una empresa dedicada a la fabricación, de este tipo de combustible, ha tenido que redirigir su negocio hacia la exportación. Según los cálculos realizados por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, entre octubre de 2004 y el mismo mes de 2005, la factura petrolera en nuestro país supuso 4.300 millones de euros más que en el periodo anterior. Los constantes vaivenes en los mercados del petróleo mundiales han provocado una subida del 35 por ciento en el total consumiendo la misma cantidad de crudo.