Especialistas de cine, al volante

Mientras Mel Gibson se queda en el camerino, atraviesan con su coche una pared en llamas. Cuando Tom Cruise se repasa el guión, se suben a su deportivo y desafían a la física. A la vez que Pierce Brosnan se prepara para la siguiente escena, ocupan su lugar en una trepidante persecución… Ellos marcan el ritmo y ni siquiera salen en los títulos de crédito. ¿Quieres ver a los especialistas de cine en plena acción?

Especialistas de cine, al volante
Especialistas de cine, al volante

Hace apenas tres años eran considerados dentro del mundillo del cine como unos simples saltimbanquis, una especie de dummies de carne y hueso. Sin embargo, los especialistas se han abierto un hueco. Ya tienen sus propios Óscar, bautizados como los World Stunt Awards, más conocidos como “Premios Taurus", en honor –cómo no- al toro bravo (y a su patrocinador, la marca de bebidas energéticas Red Bull). Y es que, para esta profesión, hay que ser todo un Miura. Ellos son los encargados de realizar en carretera todo aquello que se les pasa por la mente a los guionistas. Desde que en 1968 (en la película "Bullit") un intrépido Steve McQueen protagonizó una vertiginosa persecución con un Ford Mustang negro por las calles de San Francisco, rara es la película de acción que se precie que no combine espectaculares carreras, alguna explosión, dos o tres trompos y mucha, mucha, rueda quemada. Por eso, de las 11 categorías que se eligen en los Taurus, dos de ellas se destinan al mundo del motor: hay un premio a la mejor conducción y otro, al mejor trabajo con un vehículo. Ya se han celebrado tres ediciones de estos premios elegidos por y para los especialistas. En 2001, arrasó “60 Segundos" y la banda de ladrones que, encabezada por Nicolas Cage, tenía que robar 50 automóviles en una sola noche. En la siguiente edición, la triunfadora fue “The fast and the furious" (también conocida como “A todo gas"), donde Vin Diesel se involucra en las carreras ilegales que deciden “la ley" de las calles de Los Ángeles. Este año, “The Bourne Identity" (en España, “El caso Bourne") ha encandilado al jurado: no es para menos, ya que Matt Damon demuestra en París todo lo que se puede hacer con un Mini. Para la próxima edición, todas las quinielas apuntan a “The Italian Job", donde la informática se ha dejado a un lado y se han utilizado nada menos que 32 Mini Cooper, algunos conducidos por los mismos actores.Muchas de estas escenas que vemos en pantalla, en realidad, son imposibles. Otras, a pesar de que transcurren ante nuestras pupilas en escasos segundos, llevan muchas horas de trabajo. En “Bullit", por ejemplo, se necesitaron tres semanas de rodaje para grabar 10 minutos de persecución, a pesar de que el mismísimo Steve McQueen iba al volante y su pericia como piloto era de sobra conocida (llegó a ser segundo en la mítica carrera de resistencia 12 Horas de Sebring, a los mandos de un Porsche 908). Pero los Steve McQueen no abundan. Es insólito un actor que grabe sus propias escenas de riesgo. Los increíbles coches que aparecen en las películas de James Bond no desafían al hielo o al fuego gracias a los avances tecnológicos de su fiel Doctor Q, sino que precisan del “trabajo sucio" de abnegados conductores: por ejemplo, en la última entrega de 007, protagonizada por Hale Berry y Pierce Brosnan, se necesitaron más de 20 especialistas para las escenas de conducción.¿Qué es realidad? ¿Qué es ficción? Nosotros hemos podido comprobar en vivo cómo se realizan algunas de estas fascinantes maniobras. Abróchate el cinturón y sigue leyendo.