España, discriminada en el programa Galileo

El Ministerio de Fomento revela en un informe el bloqueo político al que está siendo sometida la participación española en el programa de navegación por satélite Galileo. Alemania e Italia son los principales instigadores de la confrontación, que dejaría a España prácticamente fuera.

España, discriminada en el programa Galileo
España, discriminada en el programa Galileo

Según revela un informe elaborado por la División de Prospectiva de la Secretaría General de Transportes (dependiente del Ministerio de Fomento), España está siendo sistemáticamente marginada por los gobiernos de Ángela Merkel y Romano Prodi dentro del proyecto de navegación por satélite Galileo, el programa tecnológico estelar de la Unión Europea que hará que dejemos de depender de los satélites de Estados Unidos. Galileo, que entrará en funcionamiento en 2012, será la competencia directa de la segunda generación del GPS (Global Position System) norteamericano (que comenzará a funcionar en 2013) y del sistema análogo que China sacará a la luz en 2014.

El ministerio que dirige Magdalena Álvarez acusa a ambos países de bloquear políticamente a España "para que no desempeñe un papel principal". Dicho informe revela además que esta situación arrancó en 2003, cuando "Alemania, Francia, Reino Unido e Italia, aunque sin mucho entusiasmo, tuvieron que aceptar un papel protagonista de España, pero limitaron nuestra contribución al 10 por ciento del programa". Según la titular de Fomento, este bloqueo contaría además con la connivencia de la Comisión Europea y la Agencia Espacial Europea (AEE) que, en aras de no poner en riesgo el programa, han optado por cerrar los ojos al respecto y no enfrentarse a estos países.

El problema radica en el reparto de los llamados "centros de control", claves para vigilar que los 30 satélites en órbita que compondrán Galileo estén bien ubicados para guiar a los conductores europeos por las carreteras adecuadas. Los países firmantes del proyecto (Alemania, Italia, Francia, Gran Bretaña y posteriormente España) quieren contar con alguno de ellos en su territorio por la inversión que suponen, el negocio que implican para sus empresas y por lo emblemático de participar en el control directo de estos satélites (y por ende del proyecto). Fomento reprocha a la AEE la adjudicación el pasado septiembre "de estos centros de control de manera directa, saltándose el procedimiento de concurso".

Por su parte, tanto Alemania como Italia, siguiendo una política de hechos consumados, aceleraron su decisión de construir sus centros con fondos regionales al margen de cualquier acuerdo europeo. Ambos países, como principales contribuyentes de la AEE, han forzado a ésta a través de sus ministros a considerar sólo la existencia de dos centros: uno en Italia y otro en Alemania. Según el citado informe, la propia ministra de Fomento ha remitido cartas de protesta a su homólogo alemán, pero "o no fueron contestadas o no respondían concretamente al tema en cuestión".

España se encuentra por tanto en una posición muy precaria dentro del proyecto, en vísperas de la crucial reunión de ministros de Fomento del próximo jueves 29 de noviembre en Bruselas y de la posterior cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, el 14 de diciembre, citas en las que se espera llegar a un acuerdo en torno a nuestra participación en Galileo. Entre las empresas españolas que financiarán el programa están AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea) e Hispasat.