La producción en España se mantiene

El elevado porcentaje de exportación y la buena marcha de los mercados europeos del automóvil, salvo las caídas del mercado español en los dos últimos meses, mantienen los niveles de producción de las factorías españolas de automóviles, según los datos facilitados a Efe por las compañías.

La CE vigilará las ayudas a Opel
La CE vigilará las ayudas a Opel

El elevado porcentaje de exportación y la buena marcha de los mercados europeos del automóvil, salvo las caídas del mercado español en los dos últimos meses, mantienen los niveles de producción de las factorías españolas de automóviles, según los datos facilitados a EFE por las compañías.No obstante, la inestabilidad de los mercados está obligando a las factorías españolas ha realizar programaciones de producción a corto plazo, uno o dos meses, para adaptarse a las necesidades del mercado.En algunas de las fábricas españolas esta adaptación al mercado supone un incremento de la producción, como es el caso de la planta del grupo PSA en Vigo, que ha programado para octubre 6.000 vehículos añadidos, con los que la fabricación de automóviles llegará al cierre del ejercicio a 388.000 unidades.Las plantas españolas, explicaron a EFE fuentes de la industria del automóvil, estarán afectadas mínimamente por la caída del mercado español, ya que las plantas dedican a la exportación a otros mercados cantidades por encima del 80 por ciento de la producción.No obstante, las plantas españolas afrontan la situación con fuertes reajustes realizado a raíz de la caída de los mercados, cuando comenzó la crisis financiera internacional, a través de reducciones de plantilla por distintos métodos. General Motors España ha anunciado que prevé mantener sus planes de producción en la planta de Figueruelas, que no cambiará hasta finales de año. La planta aragonesa, en la que se producen los modelos Opel Corsa y Meriva y la furgoneta Combo, exporta más del 90 por ciento de la producción. La planta española está inmersa en este momento en el lanzamiento del nuevo Opel Meriva, un pequeño monovolumen que ha tenido una buena aceptación en el mercado y del que esperan fabricar decenas de miles de unidades.La factoría de Ford en Almussafes (Valencia) mantendrá, igualmente, su producción de vehículos a pesar de la caída generalizada de las matriculaciones de turismos en España. Al igual que la de Figueruelas, la de Ford está en la fase de producción inicial del nuevo modelo C-Max, que saldrá en el mercado español a finales de octubre. El modelo de C-Max que ya se está fabricando es el compacto y a mediados de septiembre comenzará la producción del modelo de siete plazas, versión que se exportará desde Valencia a Estados Unidos a partir de 2011 y será el primer modelo fabricado en España que se destina al mercado estadounidense.Así mismo, la factoría de Almussafes produce las versiones híbrida e híbrida enchufable de su monovolumen familiar C-Max de cinco plazas, que se venderá en exclusiva para toda Europa. Renault España ha recordado, por su parte, que cerca del 80 por ciento de la producción de las factorías españolas de la marca francesa se destina a la exportación. Por ello, la caída de las ventas en España no repercute tanto en la producción, sino que ésta depende en mayor medida del mercado en su conjunto en Europa, que ‘está algo mejor en el nacional’, ha indicado.Jesús Presa, director de Comunicación de Renault, ha apuntado que cualquier descenso de la demanda que no sea ‘puntual’, sino más ‘a medio plazo’, obliga ‘a todos’ los fabricantes a adaptar la producción, ‘aunque depende mucho de cada modelo’ que fabrique cada planta. No obstante, estos ajustes son ‘paulatinos’, no drásticos.Las plantas catalanas de Seat y Nissan tampoco alteran sus planes de producción gracias a los encargos ya firmados y a su volumen exportador. Seat, cuya producción creció 27,4 por ciento de su producción entre enero y julio, ha depositado sus esperanzas de mantenimiento de la producción y del empleo en el Audi Q3, que se empezará a ensamblar en enero de 2011.Los buenos resultados han permitido reducir un 40 por ciento el ERE que afectaba la empresa, si bien el Comité de Empresa cree que los trabajadores tendrán que ‘coexistir con los expedientes de regulación.