No es fácil que en estos tiempos de confinamiento alguien responda con sinceridad y franqueza a las cuestiones que se le plantean. Stephan Winkelmann, presidente mundial de Bugatti, da la cara. Esto es lo que cuenta…
Pregunta: ¿Como persona, podrías llegar a imaginar una situación como ésta que paralizase el mundo, que paralizase la industria globalmente?
Respuesta: He visto muchas crisis en el transcurso de mi vida: recesiones, catástrofes naturales, epidemias, guerras... Como presidente de una compañía tienes la responsabilidad hacia tu equipo, hacia tus clientes, hacia todas las partes interesadas de mantener la cabeza fría y guiar a la empresa a través de cualquier crisis. Como persona, creo que nunca te puedes llegar a acostumbrar a estas tragedias. Piensa que la gente pierde sus trabajos, algunos incluso pierden la vida...
Nadie de nuestra generación ha visto semejante paralización no ya en una región específica, sino en todo el mundo. Sin embargo, estoy seguro de que todos juntos también afrontaremos este obstáculo gigante, como siempre lo hemos hecho. Es en tiempos de crisis cuando las personas muestran lo mejor de sí mismos, se unen y superan las adversidades. Como sociedad tenemos tiempos difíciles por delante, pero habrá un mañana, y tenemos que mantenernos optimistas y trabajar duro para revertir la situación.
P: ¿Cómo afecta directamente a Bugatti el parón no solo de producción, sino también a nivel de lanzamiento de futuros productos?
R: Al igual que todas las empresas internacionales, Bugatti depende de cómo se vaya desarrollando esta pandemia, así como de las medidas y regulaciones de los diferentes gobiernos. Tuvimos que detener la producción para proteger a los empleados de Bugatti y sus familias, pero también debido a la ruptura de la cadena de suministro por parte de proveedores. En la medida de las posibilidades técnicas para cualquier tarea, nuestro equipo trabaja de forma remota desde casa. Nos estamos preparando para el futuro, para el día en que Bugatti pueda reabrir, volveremos a ir a toda velocidad tan pronto como las circunstancias lo permitan.
En cuanto a las presentaciones de productos, como se canceló el Salón de Ginebra, decidimos lanzar nuestro nuevo Chiron Pur Sport digitalmente. Normalmente no habríamos elegido el lanzamiento de un producto bajo este formato digital en lugar de un salón del automóvil internacional, pero me ha sorprendido positivamente el resultado. Creo que, como industria y como sociedad, estamos en cierta medida obligados a participar mucho más rápido en el proceso de digitalización en todos los aspectos de nuestras vidas. Veo esto ahora como algo muy positivo, aunque por supuesto me hubiera gustado no experimentarlo sobre todo si es debido al impacto general de la pandemia.
Tendremos que ver hasta qué punto el covid-19 afecta nuestras futuras presentaciones de productos. Lo hará, esto es seguro. Salones como los de Beijing y Nueva York, o eventos como Villa d'Este ya se han postpuesto para el otoño, mientras que Detroit y París han cancelado sus citas automovilísticas de este año, igual que ha sucedido con importantes eventos fuera de nuestra industria como los Juegos Olímpicos, el Campeonato Europeo de Fútbol o la Expo en Dubai. Es imposible prever cuándo volveremos a una normalidad que permita reuniones tan grandes de personas. Nos estamos preparando para diferentes escenarios y, mientras tanto, seguimos trabajando en nuestra comunicación digital del producto y de la marca y sus valores.
La prioridad es que todos volvamos a la normalidad. Para que esto suceda, debemos tomar la batalla contra este coronavirus muy en serio, cuidarnos y mantenernos sanos.
P: ¿Cómo podemos transmitir ilusión de futuro al aficionado al automóvil, al aficionado a Bugatti?
R: Creo que ahora, tal vez más que nunca, experimentamos un gran pico de pasión e interés por los automóviles, donde coches tan singulares y sobresalientes como los Bugatti son los más inspiradores. La razón es simple: la lucha contra covid-19 es muy pasiva para la mayoría de nosotros. Solo un pequeño porcentaje se encuentra en la primera línea de esta lucha, los médicos y las enfermeras, los científicos, pero también aquellos que mantienen al país en funcionamiento y nos brindan nuestras necesidades básicas. Estas personas son verdaderos héroes de nuestro tiempo. Sin embargo, la mayoría de nosotros peleamos en esta lucha intentando evitar participar en ella. Tenemos que quedarnos en casa, aislarnos socialmente, frenar la propagación del virus y no sobrecargar el sistema de salud de nuestra sociedad.
Incluso aunque las personas puedan trabajar de forma remota desde su hogar, pasan tanto tiempo dentro de sus propias cuatro paredes que necesitan distracciones, también para abstraerse del flujo permanente de malas noticias. Esto es algo muy humano. Y muchas de estas distracciones, como los deportes y el entretenimiento, no se están produciendo en este momento. Por lo tanto, muchas personas están viendo videos de sus coches favoritos. No les tengo que transmitir optimismo sobre el futuro de la industria automovilística porque ya nos lo transmiten ellos a nosotros.
P: ¿Después de todo lo sucedido, seremos más sensibles a la hora de valorar la movilidad que nos ha dado históricamente un automóvil?
R: Sí, por supuesto. Nos vemos obligados a quedarnos en casa, y no me refiero a que nos obligue nuestro gobierno; nos obliga el virus. Sentimos que estamos privados de muchas de las actividades y derechos más básicos que siempre hemos dado por sentado en nuestras vidas. La movilidad es un ejemplo muy obvio. En este momento, solo puedo salir de compras básicas, ir a la farmacia o al hospital, o correr solo y distanciarme de mi casa durante 1 km –Nota de la redacción: la sede de Bugatti está en la Alsacia francesa y su confinamiento difiere con matices del nuestro-. Cada dos días incluso voy a la oficina para dar ejemplo como presidente de la compañía para los pocos que no tienen la opción de quedarse en casa.
Pero no voy a negar que yo también tengo muchas ganas de conducir por las montañas o hasta la playa, dar un largo paseo por la ciudad, encontrarme con amigos… Todos apreciaremos cuando vuelvan los privilegios que nos ofrecen de manera natural nuestras vidas, y espero mantener este sentimiento vivo y no perderlo una vez que volvamos a la normalidad.
P: ¿Cómo se puede resentir el mercado del hypercar de una situación como ésta en este año?
R: La dimensión completa del impacto económico aún no se ha visto. Es seguro que habrá un impacto en todos los mercados y sectores diferentes. Estamos preparados para los diferentes escenarios. Obviamente, es más que posible que salgamos de dos años récord para Bugatti, 2018 y 2019, aunque todavía tenemos una cartera de pedidos con un nivel decente. El resto es arremangarse y ponerse a trabajar, no hay alternativa.
P: Por último, ¿el libro de ruta de la electrificación en Bugatti en qué consistirá y cuándo veremos realidades?
R: Lo hicimos en el pasado y lo seguimos haciendo ahora: analizar todas las posibilidades y oportunidades diferentes para nuestros coches en todos los aspectos de diseño y desarrollo tecnológico. Esto es fundamental en nuestro negocio. Y claro que hemos estado siguiendo la evolución de la industria automovilística hacia la electrificación.
Sin embargo, por diferentes razones, creemos firmemente que el sucesor del Chiron aún debería apostar por un motor de combustión. Nuestro legendario motor W16 es un valor seguro, a nuestros clientes les encanta, ya que les trae emociones, rendimiento y es una apuesta segura no solo en términos de durabilidad, sino también como una inversión. Sin embargo, lo más importante para las discusiones actuales sobre el medio ambiente es que para un hipercoche con una media de kilometraje reducido por el uso que se le da, un motor eléctrico no sería más amigable con el medio ambiente. Por el contrario, los efectos negativos de la producción de la batería no compensarían los ahorros en términos de emisiones de CO2.
Por estas razones, no veo la electrificación a corto plazo como la mejor solución para un hipercoche. El Chiron o cualquier posible sucesor, aunque sean cómodos y fáciles de conducir, generalmente no se usan como vehículos de diario. Solo cuando se utilizan automóviles con herramienta pura de movilidad, para ir de A a B, entonces la electrificación es una buena solución en este momento.
En Bugatti, tenemos nuestros hipercoches asociados al increíble motor W16. Pero también estamos listos para más. Ya hemos mostrado, además de nuestros hipercoches, un automóvil de uso más diario, con cuatro plazas y más espacio –nota de la redacción: Galibier Concept en 2009-. Este automóvil sí que tendría el potencial de ser un BEV.
Sin embargo, ésta es una gran decisión en términos de inversiones y logística, y que no podemos tomar a la ligera. Aún no se ha tomado una decisión, pero no podemos negar que a todos nos encantaría poder realizar este proyecto.