En el corazón de Skoda

Diez años con Volkswagen no son nada, o sí. Habrá que preguntárselo a los responsables de Skoda que han visto cómo su marca crecía en prestigio y producción en tan sólo una década. Si algo no ha cambiado en Skoda durante estos años, salvo para continuar en los primeros puestos europeos, ha sido su planta de Mladá Boleslav.

Lo cierto es que la fábrica de Skoda en Mladá Boleslav, una ciudad a pocos kilómetros de Praga, capital de la República Checa, no puede dejar indiferente a nadie. Aunque sólo sea por sus 275 hectáreas de superficie (más que el principado de Mónaco), se puede afirmar sin problemas que se trata de algo más que una factoría. Al recorrer las instalaciones de Mladá Boleslav se pueden apreciar sin posibilidad de equivocación las diferentes etapas por las que ha pasado esta mega-fábrica. Destacan las naves de los años 50 y 60, auténticas perlas de la arquitectura industrial, que aún hoy siguen albergando la planta de motores de Skoda. El constante crecimiento de la marca ha obligado a llevar a cabo constantes ampliaciones en esta factoría, hasta el punto de que dentro de las instalaciones de la fábrica se puede encontrar un cementerio, el del pueblo que da nombre a la planta, que fue absorbido por la imparable factoría checa.La estructura básica de Mladá Boleslav es la de una "espina" central que está comunicada con naves de proveedores. El sistema que utilizan es el del alquiler de estos espacios a las empresas que trabajan estrechamente con Skoda para que elementos como el salpicadero, la electrónica, las puertas y el frontal (elaborados todos ellos por empresas externas) puedan ser seguidos de cerca por los responsables de Skoda y cumplan los requisitos de calidad que se exigen en todas las marcas que pertenecen al Grupo Volkswagen. Al margen de esta gran planta central, la factoría cuenta con una serie de instalaciones que la hacen única en nuestro continente. Mladá Boleslav cuenta con una central térmica que provee de energía eléctrica a la compañía; la que sobra se cede al Estado; es más, más de 100 apartamentos de la ciudad checa donde está la fábrica reciben energía de esta central. Mladá Boleslav tiene aduana propia, ya que Skoda exporta cuatro de cada cinco coches que produce. Esto supone el 9,6 por ciento del total de las exportaciones checas. Una forma de agilizar las ventas al exterior es centralizarlas en la propia planta de fabricación y es por eso que cuenta con esta oficina aduanera. Una pista de pruebas, un almacén de unidades, una planta especializada en el montaje del Fabia, un taller de prensa y un taller de herramientas, que ya ha cumplido cien años, son sólo algunas de las instalaciones que también se encuentran en el perímetro que ocupa la planta europea. Sin embargo, y a pesar de las 275 hectáreas, los responsables de la fábrica consideran que se les ha quedado pequeña y que será necesaria una nueva ampliación en los próximos años. Es más, para este año está prevista la construcción de dos nuevas plantas, una de motores y otra de cambios. En verano, estas recientes fábricas esperan proveer a VW de unos 22.000 motores 1.0 y sus correspondientes cajas de cambios. Una de las grandes apuestas de la marca checa ha sido a favor de su compacto Fabia, un modelo con el que Skoda espera ampliar su cliente tipo e incrementar de forma significativa sus ventas. Para ello, la empresa automovilística ha realizado una importante inversión en la planta en la que se monta el Fabia, poniendo en marcha una de las más modernas cadenas de montaje de Europa. Con una inversión de 622 millones de marcos (casi 53.000 millones de pesetas), la fábrica del Fabia cuenta con un sistema de alta velocidad y precisión, gracias a 240 robots, responsables de la soldadura de dos tercios de la carrocería. Esta cadena de montaje cuenta con 1.060 empleados, que trabajan en dos turnos, y ofrece una capacidad de producción diaria de hasta 1.200 unidades. En esta planta de Mladá Boleslav se realiza desde el ensamblaje (salpicadero, electrónica y carrocería) hasta la unión de chasis, motor y carrocería. Sólo la pintura sale fuera de estas instalaciones dedicadas al modelo Fabia.Por cierto, el medio ambiente también es un valor que se tiene en cuenta en la planta checa. Al igual que el resto de las marcas del Grupo Volkswagen, Skoda realiza constantes esfuerzos por cumplir los más severos criterios en materia de protección del medio ambiente. Ejemplos de esta política son el uso de pinturas solubles al agua, con la consiguiente reducción y casi supresión de los vertidos de disolventes; el uso de plásticos también se ha reducido notablemente y en la fabricación de piezas de gran tamaño de este material se incluye un identificador que permite su posterior reciclaje.