En servicio 4 nuevos radares de tramo en Madrid, A Coruña, Zaragoza y Jaén

Cuatro nuevos radares de tramo en los túneles de Guadarrama (Madrid), Sartego (A Coruña), Despeñaperros (Jaén) y la circunvalación de Zaragoza comenzarán mañana a multar a los vehículos que superen la velocidad máxima permitida, según fuentes de la Dirección General de Tráfico (DGT).

En Madrid, el nuevo radar está ubicado en el túnel III de Guadarrama, en la Autopista del Noroeste AP-6 sentido a la capital, en un tramo de 8 kilómetros y con velocidad limitada a 100 kilómetros por hora.

El radar de A Coruña está instalado en Fene, en el túnel do Sartego de la Autopista del Atlántico AP-9 en sentido Ferrol, en un tramo controlado de 1.231 metros, donde la velocidad máxima es de 90 kilómetros por hora.

En la A-4, carretera de Andalucía, el nuevo radar está localizado en Despeñaperros (Jaén), en un tramo controlado de 3.130 metros, en la zona de los túneles, entre los puntos kilométricos 245 y 249, dirección Madrid.

En la circunvalación de Zaragoza, Z-40, el radar de tramo está situado entre los puntos kilométricos 26,600 y 29,700, en un recorrido a cielo abierto de algo más de 3 kilómetros, con una velocidad limitada a 120 kilómetros por hora.

Los radares de tramo controlan la velocidad media de los vehículos que circulan en un determinado recorrido de vía.

Su objetivo principal, según la DGT, es regular la velocidad en aquellos tramos de carretera en que la seguridad está más comprometida, como son los túneles, viaductos o circunvalaciones de ciudades, con alta densidad de vehículos.

Ya están en funcionamiento desde diciembre de 2010 dos radares de este tipo: en el túnel II de Guadarrama sentido A Coruña y en el túnel de Torrox (Málaga), en la Autopista del Mediterráneo, A-7, en sentido Barcelona.

Estos dispositivos cuentan con dos cámaras instaladas al comienzo y al final del tramo, capaces de registrar con gran precisión tanto la matrícula como la hora exacta de paso del vehículo.

Con una sencilla operación matemática, el radar calcula la velocidad media mantenida por el vehículo en cuestión y, si es superior a la fijada en el tramo, fotografía al infractor y remite la imagen por fibra óptica al centro de gestión de multas de tráfico de León.

De nada sirve cambiarse de carril o frenar justo antes de la cámara instalada al final del tramo controlado, ya que el dispositivo calcula la velocidad media, y no a la que se circula en ese momento.