Empiezan los despidos en General Motors

El monstruoso plan de ajuste de General Motors ya está en marcha. Ayer, la zozobrante multinacional entregó las primeras 500 cartas de despidos a trabajadores administrativos de unos 30 centros de trabajo. Es el principio de una colosal reestructuración que deberá servir para que la compañía vuelva a flote en un plazo relativamente corto.

La fecha de ayer pasará a la historia industrial norteamericana como el “martes negro". Así han bautizado los empleados de General Motors al día en que se inició la mayor ola de despidos que ha vivido el grupo. Los primeros 500 empleados despedidos recibieron ayer las cartas que les comunicaban la extinción de su relación laboral con GM. Son los primeros de una lista que, dependiendo de los cálculos, puede llegar a sumar más de 50.000 nombres.

Estos despidos corresponden al plan de 30.000 bajas anunciado en noviembre. Este vasto programa de recorte afectará a toda la plantilla norteamericana y acabará con el cierre total de 12 factorías y centros de trabajo.
El ajuste deberá estar cerrado en 2008. Para entonces, un mínimo de 30.000 personas habrán dejado General Motors y otras 15.000 habrán abandonado las filas de Delphi, la antigua división de componentes de GM, ahora en bancarrota. Sin embargo, en virtud del acuerdo alcanzado la semana pasada con los sindicatos, General Motors espera que sean muchas más de 30.000 las personas que dejen la empresa. Para eso, ha firmado un pacto laboral en virtud del cual ofrece bajas incentivadas a toda su plantilla. Es decir, se puede ir de la empresa quien quiera. Lo mismo se ofrece para Delphi, donde GM está obligada a pagar los seguros de retiro de unas 12.000 personas.El acuerdo, alcanzado con el sindicato mayoritario UAW (126.000 afiliados en GM y Delphi), prevé una indemnización de 35.000 dólares más cobertura médica y pensión a cargo de GM para cualquier trabajador de ambas firmas que pida la baja voluntaria.
Además, los que lleven más de diez años en cualquiera de las compañías, podrán irse con 140.000 dólares si renuncian a los beneficios sociales (seguro, pensión de jubilación…)
Si la antigüedad es de 27 años, se añade una prima de 2.900 dólares para pagar las últimas cuotas que les faltan para acceder a una pensión de jubilación máxima, que exige 30 años de cotización.
Por último, GM se compromete a contratar a 5.000 de los empleados que le sobran a Delphi para cubrir bajas extra derivadas de este plan. En principio, los 126.000 afiliados de UAW son candidatos para estas indemnizaciones. De ellos, 36.000 llevan más de 30 años en GM y otros 27.000 han pasado al menos 27 años en la firma. De acogerse todos estos a las ayudas, habría ya 63.000 bajas. A ellas han de sumarse las 13.000 que se esperan en Delphi y otras muchas voluntarias que salgan de ambas firmas. De cumplirse las expectativas máximas, la “sangría" puede ser enorme.

El coste final de la operación oscilará entre los 2.000 y los 4.600 millones de dólares sólo en indemnizaciones, pero puede llegar hasta los 12.000 millones de dólares si se le suman todos los costes de sanear Delphi.
Es una cantidad gigantesca pero necesaria para reestructurar del todo la compañía. Como se sabe, GM está en medio de un proceso para cerrar 12 de sus 44 plantas en Estados Unidos, lo que supondrá el despido de otras 30.000 personas. Además, hace unos días reconocía errores contables que elevaban sus pérdidas de 2005 hasta los 10.600 millones de dólares. La noticia del acuerdo con los trabajadores y Delphi ha supuesto que las acciones de GM suban en la bolsa. Sin embargo, la capitalización bursátil del consorcio sigue siendo muy baja, puesto que muchos operadores temen que acabe suspendiendo pagos.
El programa de bajas ha sido recibido con cierto optimismo por los observadores estadounidenses. Consideran que habrá una primera parte muy dolorosa, pero, a medio plazo, se verán los beneficios del plan. Creen que a la marca no le quedaba otro remedio si quiere conservar el liderato mundial y, sobre todo, creen que será el final de la rémora en que se ha convertido Delphi.
Ahora queda por ver cómo gestiona General Motors este gigante que ha creado. No es fácil deshacerse de decenas de miles de empleados, porque, entre ellos, se pueden ir muchos de los buenos y necesarios. Además, la imagen pública de la compañía puede verse bastante perjudicada. A lo largo de las próximas semanas se conocerán más detalles y se irán ajustando las fases del plan. Además de lo ya descrito, los directivos de Delphi han trasladado a sus trabajadores una nueva solución para la empresa: rebajar gradualmente los salarios. En estos momentos, Delphi paga a sus trabajadores por horas unos 27 dólares la hora. La idea es pasar a 22 dólares y, al final, pagar sólo 16 dólares por hora.

Delphi, otrora gigante de los componentes, se declaró en bancarrota el pasado mes de octubre. Sus operaciones estadounidenses, muy ligadas a las de GM, han sufrido la crisis del fabricante y han acabado por hundirse, llevando a la división norteamericana de la empresa al borde de la suspensión de pagos.
Delphi tiene unos 185.000 empleados en todo el mundo, de los que 51.000 trabajan en Estados Unidos. Al menos 12.000 de ellos tienen sus retiros asegurados por General Motors, que vendió Delphi en 1999 pero mantuvo las obligaciones contraídas con la plantilla.
Ahora, Delphi lucha por volver a ser viable. Una parte de esa lucha le corresponde a GM, que se ha ofrecido a pagar las indemnizaciones de despido de unos 13.000 trabajadores.