Una recarga eléctrica por cada 20 plazas

Los estacionamientos públicos y los edificios de empresas deberán contar con un puesto de recarga de vehículo eléctrico por cada 20 plazas de aparcamiento que posean, según la propuesta de real decreto remitida por el Gobierno a la Comisión Nacional de la Energía (CNE).

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En el caso de los aparcamientos públicos ya existentes, el Ejecutivo plantea que se instale una estación de carga por cada 30 plazas y que se dé un plazo de dos años para cumplir con dicha obligación, aunque éste podría verse modificado excepcionalmente por las comunidades autónomas.

Las casas unifamiliares deberán contar con el circuito eléctrico necesario para suministrar a un punto de conexión, mientras que en los bloques de viviendas tendrá que haber estaciones de carga en el 15 % de las plazas, así como una canalización principal.

El organismo supervisor propone ampliar de uno a tres años el plazo para que las instalaciones que se encuentran en fase de ejecución puedan mantenerse sin adoptar las prescripciones dispuestas en la normativa propuesta, dada la situación socio-económica actual.

La CNE considera adecuado que la propuesta, que se materializa en la Instrucción Técnica Complementaria ITC-BT y otras instrucciones del reglamento de baja tensión, recoja un amplio rango de esquemas de instalación que otorga al usuario la libertad de elección del esquema que le sea más factible.

No obstante, cree que se debe mejorar la redacción para que se establezca expresamente la garantía del acceso universal a la recarga en igualdad de condiciones para todos los potenciales usuarios y la utilización eficiente de la energía desde la gestión de recarga.

Para ello, propone la inclusión de una disposición adicional para que, salvo en las viviendas unifamiliares, la recarga pueda ser medida de forma individual e independiente del resto de consumos y que el acceso a las infraestructuras y a sus precios no sean discriminatorios entre los potenciales usuarios.

Dadas las incertidumbres existentes sobre el desarrollo del vehículo eléctrico, la CNE considera crítica la previsión de cargas futuras que se realice en los proyectos de nuevas infraestructura ya que esta incide en los costes de las infraestructuras y en la seguridad del sistema.