La prestigiosa consulta Deloitte, considerada ya hoy la firma privada número uno de servicios profesionales del mundo y considerada una de las Big Four en auditorías (junto a PriceWaterhouseCoopers, Ernst&Young y KPMG) ha publicado en este 2019 un completísimo informe sobre el coche eléctrico. Y entre las conclusiones más importantes, pronostica ya que en 2021, en apenas 2 años, estos modelos podrían igualar su precio ya con los coches convencionales diésel y gasolina.
Pero, un momento, no vayamos tan rápido. Eso, que asegura Deloitte que pasará, no ocurrirá en todos los mercados. Será una realidad, incluso antes, en aquellos donde los incentivos públicos y la evolución de la tecnología y la infraestructura lo permitan. Este hecho tendrá un gran impacto en la explosión definitiva de su popularización… que ocurrirá más tarde o más temprano.
En España, por tanto, puede que esa paridad de precios llegue algo más tarde, ya que, entre otros factores, la infraestructura de carga todavía emerge con retraso frente a otros muchos países de Europa. Pero si los nuevos planes de instalación se cumplen, tampoco deberíamos tardar mucho más en lograrlo: Deloitte considera en 2024 será real en todos los países. De hecho, el crecimiento en la venta de coches eléctricos es imparable también en nuestro país: en los primeros 9 meses de este 2019 han subido un 90%, alcanzando más de 9.000 unidades.
La tendencia, por tanto, es de fuerte crecimiento hasta que culmine la explosión final. Según Deloitte esto ocurrirá prácticamente ya, pues de los 2 millones de coches eléctricos que se matricularon en 2018, pasaremos a 4 millones en 2020 y, desde aquí, hasta alcanzar los 12 millones al año en 2025 y los 21 millones en 2030, tal y como recoge su propio estudio.
Para Deloitte, además, este crecimiento del coche eléctrico repercutirá en una ganancia de cuota de mercado sobre todo frente a los coches híbridos enchufables. En 2030, la consulta espera que el coche 100% eléctrico acumule ya nada menos que un 70 por ciento del total de ventas del mercado. Y, ¿cuáles son los factores de esta aceleración ya imparable?
Según el informe publicado por Deloitte, la mayor sensibilidad ambiental del consumidor, que busca cada vez más modelos con bajas emisiones, sumado a las políticas restrictivas de los gobiernos respecto al diésel y la gasolina, está incrementando notablemente su atractivo… tanto como, también, la mejora de la tecnología, con cargas ya más rápida y mayores autonomías para poder usar el coche con mayor normalidad.
Para Deloitte, uno de los problemas más importantes hasta ahora ha sido también, además de los precios, la escasa oferta de coches eléctricos, muy limitada y fundamentalmente con un volumen de producción muy bajo. La consultora considera que esto cambiará en pocos años, debido a los planes que ya anuncian todos los fabricantes con inversiones millonarias.