¿De qué están hechos los coches?

Aquellos tiempos en los que el hierro y la madera eran los materiales predominantes en la construcción de un coche han pasado a la historia. Ahora hablamos del magnesio, del aluminio o de las fibras de carbono. ¿Quieres saber de qué está hecho tu coche?

¿De qué están hechos los coches?
¿De qué están hechos los coches?

En una película de los años 20 aparecía un pícaro montado en un pequeño vehículo que esperaba escondido en una esquina la llegada de otro coche. En sus manos portaba un enorme imán y, cuando el vehículo pasó, se enganchaba a él para aprovecharse de su movimiento. Hoy en día, esa cómica situación ya no se podría dar. La Edad de Hierro ha dado paso a la Edad del Plástico. Muchos (muchísimos, más de los que imaginamos) de los elementos que componen un automóvil provienen de mezclas plásticas. En la actualidad, ya se están fabricando coches en los que un 60 por ciento es plástico. Los polímeros y los composites –compuestos químicos - no se oxidan, no se degradan, son ligeros y absorben muy bien las vibraciones. Gracias a estas cuatro características, se utilizan cada vez más en la fabricación de todo tipo de piezas para los motores, para los neumáticos, para los faros, para los conductos de los sistemas de refrigeración, para las pinturas… Uno de los problemas de estos compuestos es su polémico reciclaje. Los plásticos tienen que ser sometidos a una operación denominada pirólisis, que consiste en quemarlos a altas temperaturas en ausencia o con presencia muy limitada de oxígeno, para separar los diferentes elementos que forman el compuesto. Pues bien, la pirólisis resulta bastante contaminante. Al producirse una combustión incompleta –falta oxígeno-, se generan dioxinas y residuos muy contaminados y, por extensión, altamente contaminantes.En principio, parece que este problema tiene una complicada solución. Las investigaciones caminan hacia la producción de materiales cada vez más complejos, para conseguir las características de flexibilidad, resistencia o dureza buscadas. Es esa misma complejidad la que se vuelve contra los creadores, que ahora tienen que trabajar en nuevas técnicas de separación de elementos menos dañinas para el medio ambiente. Hay más dificultades en el tratamiento de los plásticos y, en muchas ocasiones, los desguazadores se plantean si realmente este trabajo es rentable. Existe una operación denominada desensamblado selectivo(desmontado de piezas específicas) que sólo resulta viable en el caso de parachoques, depósitos de gasolina o aquellas piezas cuyo plástico es caro (las tulipas de las luces son un ejemplo). El desensamblado hoy en día se realiza de manera manual en la mayoría de los centros de desguace. El predominio del plástico ha llevado a un progresivo abandono de los materiales tradicionales (hierro y aleaciones, sobre todo) y ha dado paso a los elementos del futuro. Metales como el magnesio o el aluminio, aleaciones como el acero y el acero inoxidable o minerales como la crisolita, el oro, la mica, el cinabrio, el platino, el yeso o el talco hacen su aparición en escena. Los especialistas dicen que el futuro de la automoción está en el magnesio. Este metal es ligero, tiene una buena relación resitencia-peso, es elástico y, lo más importante, es bastante fácil de reciclar. ¿Problemas? Se recalienta con facilidad (en piezas para el motor esto puede ser fatal) y su coste de producción, de momento, es muy elevado. En la actualidad, se tiende a sustituir el acero por el magnesio, pero la resistencia al desgaste del primero es complicada de conseguir, aún, con el segundo. Por tanto, la sustitución del acero no va a ser sencilla. Existen grupos de presión muy importantes encabezados, lógicamente, por la industria acerera estadounidense. Las principales empresas de ese sector han presentado proyectos con desarrollos específicos para la industria automovilística. Según aseguran, pueden elaborar con acero puertas, capós, maleteros o suspensiones más ligeras que las fabricadas en aluminio. Al margen de políticas económicas internacionales, el acero se puede reciclar casi totalmente.Una aleación de este material, el acero inoxidable es la esperanza de la industria metalúrgica. Este compuesto tiene alta rigidez, es ligero, absorbe la energía (reduce las vibraciones y el ruido) mejor que el acero y también es altamente reciclable.El aluminio también se puede reutilizar, hasta en un 95 por ciento, es más ligero que el acero y absorbe la energía mejor. Entre sus importantes características se encuentran, además, la reducción del ruido y las vibraciones. Fabricantes como Audi “han experimentado" con este material en sus coches de calle. La carrocería del modelo A2 está realizada en aluminio y muchas de las piezas del A8, también. Otra experiencia con aluminio ha sido protagonizada por Honda, con su modelo NSX. Elementos como los que hemos nombrado antes (crisolita, oro, paladio, platino, yeso, cinabrio…) también se utilizan en automoción. Se encuentran en cableados y en los rellenos de los huecos de la carrocería, disueltos en las diversas soluciones químicas o en impregnados en los catalizadores. Las reducidas proporciones en que éstos se usan –por su elevado precio principalmente- hacen que su reciclabilidad todavía no sea tenida en cuenta. Estos elementos, además, no suelen ser nocivos ni para la salud ni para el medioambiente. Los aceros –y las diversas aleaciones férricas- siguen siendo los componentes predominantes en los automóviles, pero, tal y como se muestran en el gráfico que te ofrecemos a continuación, la tendencia es que, poco a poco, estos se reduzcan, mientras que los plásticos y las gomas aumenten su presencia. Hay que tener en cuenta que diversos materiales están empezando a ser sustituidos por plásticos. Las lunas y los cubrefaros que, hasta hace poco eran de vidrio, se fabrican ahora en policarbonato, que reduce el peso de la pieza hasta un 50 por ciento en relación con las originales.