‘Nadie sabe de todo para toda la vida’, nos comentaba la directora de la DGT María Seguí a un grupo de periodistas que cubrimos la información de la puesta en marcha de la última campaña de control de alcoholemia y drogas el pasado lunes. Como el año anterior, su ponencia en el Congreso Nacional de Autoescuelas unos días antes había reabierto el debate de la formación continua de los conductores (su antecesor Pere Navarro también lo hizo en varias ocasiones). Este año, eso sí, tanto ante las autoescuelas como ante los periodistas se cuidó mucho de decir la palabra ‘examen’.
En la comparecencia ante la prensa, mucho eufemismo, y mucha vaguedad ‘no me apeo de la idea de continuar formando a los conductores y a la ciudadanía’, nos comentaba. ‘No hay nada concreto sobre los cursos, estamos evaluando el momento en que tener la atención del conductor para transmitir el mensaje’. En un símil con la medicina señalaba que busca lo que en urgencias sanitarias se llama el ‘momento dorado’, un periodo de entre media hora o una hora de duración que comienza cuando el enfermo llega al hospital hasta que se le trata en el que el paciente es tremendamente receptivo a todos los mensajes emitidos por los médicos. Y el de la renovación puede ser uno.
El fallecido en accidente, de más de cuarenta
Los argumentos de María Segui para implantar un hipotético examen o curso a la hora de renovar el permiso se basarían en que el fallecido tipo en accidente de tráfico ha dejado de ser un conductor joven novato para pasar a ser un ‘varón de 46 años que sufre un accidente de lunes a viernes de 8 de la mañana a 8 de la tarde. Y que conduce desde hace más de veinte años. En el momento que se examinó no había suficiente conocimiento y estudios sobre los diversos aspectos de la seguridad vial’. Un momento en que ‘ciertas vías no existían’ o eran una excepción, como las rotondas.
El porqué de la rectificación
Pero veinticuatro horas después de que la Directora de Tráfico compareciera ante los medios, llegó la nota del Ministerio del Interior desmintiendo que la DGT baraje posibilidad de establecer nuevos exámenes teóricos de reválida de conocimientos aprovechando la renovación del permiso para conducir’. Ni exámenes, ni cursos. ¿Es falso entonces, como nos dijo Seguí, que la DGT esté evaluando alternativas de contenidos y formatos para esa hipotética formación continua?
Nuestra opinión
A nosotros no nos cabe duda de que en la DGT se trabaja desde hace tiempo en una posible formación continua de los conductores, llámese ‘examen, control o curso’, aparte de la que ya viene realizando a través de sus campañas divulgativas. Pero tampoco nos cabe duda de que la presión social de un sobre coste por la renovación del permiso, sobre todo, en estos momentos hace descartar esta medida (muy a pesar de la autoescuelas que ven en los cursos de renovación del permiso una posible inyección de dinero para sus maltrechas economías causadas por la bajada de alumnos). La nueva medida, fuera la que fuera, ‘debería ser llevada a cabo de la manera más eficiente, rigurosa y económica’.