Cuando los sueños se hacen realidad

Ser diseñador de automóviles no es fácil: miles de jóvenes lo intentan cada año, pero -además de talento- necesitan una formación muy dura y, en ocasiones, muy costosa. Sin embargo, hay muchas oportunidades esperando a ingenieros que manejen las cifras con la misma soltura que el pincel.

Cuando los sueños se hacen realidad
Cuando los sueños se hacen realidad

Desde hace cinco años, la revista especializada Autopista se ha convertido en un particular mecenas de los jóvenes creadores. "Los diseñadores de coches siempre lo han tenido muy difícil en España. A nosotros nos gusta el diseño y queríamos ayudar. Decidimos lanzar un concurso al mismo tiempo que nacía un máster en Diseño Industrial en la Universidad San Pablo CEU en Valencia. Ya era hora de que los jóvenes también pudieran formarse en nuestro país, porque antes se veían obligados a acudir a centros extranjeros, como el Art Center de Suiza", comenta Alberto Mallo, director de esta publicación. Autopista siempre ha buscado el apoyo de centros de formación: parte del premio consiste en un máster universitario centrado en el diseño de automóviles. Además, Nissan colabora con el proyecto y ofrece al ganador un vehículo (en la última edición, un Nissan Micra) y un período de prácticas en su centro de diseño de Barcelona. Sus "chicos" han aprovechado muy bien la oportunidad y muchos de ellos ya trabajan para fabricantes como Audi o Rover.

Jorge Díez, el ganador de la primera edición, se ha trasladado a Ingoldstad (Alemania), donde Audi tiene su Meca del diseño. Apenas tenía 21 años cuando diseñó el Next, un coupé de aspecto felino orientado a disfrutar de la conducción.

El ganador de la segunda edición, Juan Manuel Baqués, sorprendió al jurado con su concept car Destino. "La idea era crear, a partir de un modelo de serie (en este caso un Almera Tino), un vehículo oficina. Habilitado para dos personas, un chófer-secretario y un ejecutivo, este modelo es respetuoso con el medio ambiente, emplea energías alternativas y está fabricado con biomateriales", nos aclara. Después de terminar sus estudios de Diseño Industrial en Elisava, Baqués empezó a trabajar para la empresa Mazel, que desarrolla productos, entre otros, para Rover.

El ganador de la tercera edición, Alfonso Abad Lera, cambió completamente de registro. Su propuesta, el Mono: "un microcoche pensado para la ciudad, pequeño, ágil, ecológico y económico. Con capacidad no sólo para dos pasajeros, sino también para la compra del mes. ¿Qué cómo es esto posible? Muy fácil: el secreto radica en 'escalar un poco'", como él mismo explica. Para conseguir este vehículo, este leonés diseñó un puesto de conducción 50 centímetros más alto que los tradicionales, con lo que se logra mejor visibilidad y se puede ubicar el maletero en su parte inferior. Funciona con metanol, gasolina o hidrógeno, gracias a la pila de combustible que también lleva instalada en los bajos del vehículo. Para Ramón Sellers Sirvent -el ganador de la cuarta edición-, Autopista le ha abierto muchas puertas: "Siempre me había interesado el diseño de coches, pero para especializarte tenías que acudir a escuelas en Europa muy lejos de mis posibilidades", apunta. Lector de la revista y estudiante de Diseño Industrial en la Universidad Politécnica de Alcoy, Alicante, decidió participar con el Energy, "un vehículo urbano muy barato, que consume poco y es muy respetuoso con el medio ambiente". Después de su participación en el concurso de Autopista, ha colaborado con Citroën.Este año el protagonista es el Mission, un todo terreno diseñado por Emanuel Derta. Este joven rumano aparcó sus estudios de económicas para dedicarse a su pasión por los coches, aunque es consciente de que "el diseño de automóviles es extremadamente difícil. La competencia es durísima y todo el tiempo tienes que renovarte. La formación es cara y difícil". Para idear este particular todo terreno se inspiró en la película Star War -La Guerra de las Galaxias-, pero el reto era construir un modelo completamente viable. "Quería hacer un coche moderno, que impactara, pero conservando los volúmenes de los coches; un vehículo que choque, pero que te le puedas creer", nos explica.Emanuel ahora trabaja en una empresa de diseño industrial en Valencia, pero espera saltar muy pronto al mundo de la automoción: ya ha hecho varias entrevistas de trabajo con fabricantes como Ford, Audi o Volkswagen.