Crisis de ventas en Japón

La industria del automóvil japonesa no pasa por su mejor momento en el mercado nacional pues sus ventas en Japón se situaron en 2007 en su nivel más bajo de los últimos 35 años, a pesar de su excelente comportamiento en otros mercados.

Crisis de ventas en Japón
Crisis de ventas en Japón

El año pasado las ventas de camiones se desplomaron un 17,6 por ciento hasta las 465,019 unidades, mientras que las de autobuses cayeron un 11,3 por ciento hasta los 15,617 vehículos.

Precios asequibles y motores con un consumo eficiente de combustible han puesto a la industria japonesa en cabeza de las ventas mundiales de vehículos en 2007.

Pero, al parecer, los fabricantes japoneses han perdido la fórmula para vender coches a sus propios compatriotas.

El yen débil y la fuerte demanda de los mercados emergentes como la India han lanzado las ventas de las marcas japonesas en todo el mundo durante el último ejercicio, pero en Japón no consiguen mantener la tendencia. Toyota se ha resentido especialmente en 2007, con un descenso importante en sus ventas en Japón, que cayeron hasta su nivel más bajo desde 1983. Este mal comportamiento en su mercado doméstico ha entorpecido la marcha del fabricante de Aichi en su carrera por convertirse en la primera marca de automoción del mundo en 2008 en sustitución de General Motors (GM). Según divulgó ayer la Asociación de Vendedores de Automóviles de Japón, la venta de vehículos nuevos en Japón cayó un 7,6 por ciento en 2007 respecto al año anterior y se situó en su nivel más bajo en 35 años.El año pasado se vendieron en Japón 3,43 millones de vehículos entre coches, autobuses y camiones, 2,5 millones menos que la cifra alcanzada en 1990, cuando se situó en máximos. La Asociación nipona atribuyó el declive a los precios crecientes de la gasolina y a la disminución de la población japonesa, fenómenos que afectaron tanto a la venta de coches como a la de autobuses y camiones. La bajada general afectó de manera particular a Toyota, el mayor productor nipón, cuyas ventas anuales en Japón cayeron por debajo de los 1,6 millones de unidades por primera vez en 24 años. Toyota vio cómo las ventas generales del grupo, excluidas las de las marcas Daihatsu y Hino Motors, se redujeron en un 6 por ciento en 2007, el tercer año consecutivo de bajada en las ventas. Estos malos resultados se produjeron a pesar de los esfuerzos promocionales de la empresa y el lanzamiento de once nuevos modelos, que no lograron elevar las ventas de Toyota hasta los 1,72 millones de vehículos que había previsto para el año recién terminado. La progresiva caída de ventas de las grandes marcas japonesas, como Nissan o Toyota, se había explicado en campañas anteriores por el auge de los minivehículos, automóviles con una cilindrada menor a 660 centímetros cúbicos. El gusto del consumidor nipón por estos coches pequeños, ágiles en la ciudad y más baratos, se debe principalmente a su bajo consumo de combustible. Sin embargo, en 2007 las ventas de minivehículos también se sumaron a la tendencia decreciente, con un bajón del 5,1 por ciento respecto a las ventas de 2006, la primera caída de este indicador en cuatro años. Dentro de este contexto pesimista para la industria del automóvil japonesa, uno de los sectores más importantes de la segunda economía del mundo, hubo un segmento que no sólo se libró de la caída, sino que mejoró su comportamiento: los vehículos con cilindrada superior a los 2.000 centímetros cúbicos. Ese dato sugiere una buena salud en el mercado de los coches caros, estimulado por las compras de los nipones que han salido ganando con las reformas económicas emprendidas por Japón durante la última década. Por el contrario, los mercados de autobuses y camiones tuvieron en 2007 un año nefasto.