Continúa la “Guerra de los Parquímetros”

Manifestaciones, cortes de calles y parquímetros derribados son las armas con las que los vecinos luchan contra el Servicio de Estacionamiento Regulado en Madrid. El Ayuntamiento ha pasado al ataque y ha interpuesto una denuncia contra la página web en la que los afectados comparten sus opiniones y sugieren diversas acciones de protesta.

Arranca la rebelión pacífica contra los parquímetros
Arranca la rebelión pacífica contra los parquímetros

El Ayuntamiento de Madrid ha interpuesto una denuncia contra la web parquimetrosno.com</font color="#0000CC">, foro de expresión para los vecinos contrarios a la extensión de estos artilugios por sus zonas de residencia. Los afectados también han convertido este ‘site’ en un lugar en el que realizan sugerencias sobre las acciones de protesta. Éste, precisamente, es el aspecto en el que se basa la denuncia, que apela a la “posible relación de causalidad e incitación al vandalismo entre lo que se dice en la web y los daños causados en los parquímetros", según recoge el diario “ABC".¿Qué podemos encontrar en esta página? En principio, más de 1.000 opiniones dejadas por los vecinos de distintas zonas de Madrid, además de indicaciones para inutilizar los dispositivos. Ahora, un juez tendrá que decidir si éstas suponen una incitación a la violencia.Los protagonistas de las manifestaciones en contra del Servicio de Estacionamiento Regulado son los residentes en Carabanchel Alto, Fuencarral o el Barrio del Pilar. En estas zonas se concentra un 2 por ciento de las 170.000 plazas gestionadas mediante parquímetros. Aunque parece una cifra insignificante, para los afectados es de vital importancia, pues no entienden qué beneficios puede traer el sistema a su barrio. José Luis Manzanares, vicepresidente de la asociación La Unión (Hortaleza), José Ignacio Martínez, secretario de la asociación La Flor del Barrio del Pilar (Fuencarral) y Juan Fernández, presidente de la asociación de vecinos de Carabanchel Alto, son muy claros en sus reivindicaciones. Los parquímetros en sus zonas de residencia no son necesarios, ya que se han colocado en barrios habitados por trabajadores que no entienden por qué tienen que pagar ahora por algo que antes conseguían con mayor o menor fortuna, según recoge el periódico “El Mundo".Esta medida pretende favorecer la rotación de vehículos, lo que no tiene sentido en un barrio residencial, afirman. Asimismo, han anunciado que, si el alcalde no retira los dispositivos, “habrá lucha para rato".Por otra parte, los responsables de las asociaciones vecinales han asegurado que una de las iniciativas propuestas es un referéndum, con el fin de que los vecinos puedan decir, de forma democrática, que no quieren los parquímetros. También han negado que la situación se esté politizando: “Hay muchos manifestantes que votan al PP", señalan.Hoy, el concejal de Seguridad, Pedro Calvo –responsable de la instalación de estos dispositivos- se reunirá con los vecinos de Carabanchel Alto para explicarles la situación. Puede que esto no sea suficiente, pues los residentes en las zonas “conflictivas" han pedido en reiteradas ocasiones entrevistarse con el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón. La presidenta regional, Esperanza Aguirre, ha señalado en TVE que Gallardón “atenderá las razones de quienes protestan y les explicará que todo el mundo está contento allí donde hay parquímetros". Sin embargo, Aguirre también ha afirmado que la polémica tal vez se ha desatado al ampliarse el SER a distritos situados fuera de la almendra central de la ciudad. “O el tema no se ha explicado bien o el alcalde tendrá que escuchar las razones de los afectados", ha señalado.Mientras tanto, los vecinos siguen manifestándose. Lejos de amedrentarse ante la exagerada restricción policial impuesta el pasado viernes, cuando se concentraron en la calle Mayor y en la Puerta del Sol, han convocado una nueva reunión el próximo jueves, a las 19:30 horas, cuando irán desde Sol a la plaza de la Villa.Los afectados no están solos en sus reivindicaciones: los grupos de oposición en el Consistorio, PSOE e IU, han pedido al alcalde que se replantee la extensión del SER a nuevos barrios de la ciudad, según señala el diario “El Mundo". Varios concejales de estos partidos han solicitado que se realice un estudio sobre la utilidad de los parquímetros en determinadas zonas. Inés Sabanés (IU) recordó que, por ejemplo, se han instalado máquinas expendedoras en “descampados".Por su parte, Rafael Simancas (PSOE) ha señalado que “no hay derecho a este abuso por el afán de recaudar dinero para pagar la reforma de la M-30". El grupo socialista es partidario de lograr un acuerdo con el Gobierno municipal, con el fin de elaborar un plan de “movilidad sostenible".Varios expertos consultados por el diario “El País" han señalado que la implantación de los parquímetros debería haber estado acompañada por un plan de movilidad, un aumento del transporte público y un debate ciudadano, con el fin de que los vecinos entendieran el por qué de la regulación.Entre este enredo de protestas, destaca una buena noticia: la empresa Sinmultas.com</font color="#0000CC"> (el departamento de tráfico de Sial Abogados) ha conseguido que se declare nulo un artículo de la ordenanza de Circulación del Ayuntamiento de Madrid. Esta disposición sancionaba el “incumplimiento del deber de identificación del conductor" con una multa de 301 euros. Ahora, el Consistorio ya no podrá multar a aquellos conductores que no se identifiquen.La idea de regular las plazas de aparcamiento se ha extendido al municipio madrileño de Móstoles, la segunda localidad más poblada de la región. Las avenidas Dos de Mayo y Constitución contarán en breve con este sistema.- Madrid tiene 2.500 parquímetros en un área en la que viven 1,3 millones de personas; es decir, el 37 por ciento de sus 3,5 millones de habitantes.
- Estos dispositivos expenden las autorizaciones para aparcar en las 170.000 plazas reguladas, que se distribuyen en el área interior de la M-30 y en los cascos históricos de Fuencarral, Hortaleza, Carabanchel Alto y Carabanchel Bajo.
- El 77 por ciento de estas plazas son para residentes y están pintadas de color verde. El resto, para visitantes, son azules. Hay que pagar por aparcar en ellas de 9 a 20 horas, de lunes a jueves, y de 9 a 15 horas, los viernes. En agosto, rige el horario de los viernes.
- El índice de rotación en las plazas verdes es de 1,2 vehículos por día. En las azules, el ratio es de 4 coches diarios.
- Los residentes pagan 24,6 euros al mes (la mitad que en Barcelona) por dejar el coche en su zona. Sólo pueden ocupar el mismo sitio un máximo de cinco días seguidos. Aquellos que no tengan tarjeta pueden dejar su vehículo en las plazas verdes sólo una hora, por 1,80 euros. En las plazas azules, el máximo es de dos horas (2,55 euros).
- Los que no cuenten con la correspondiente justificación tendrán que pagar una multa de 90 euros, aunque puede anularse en el mismo parquímetro, por 3 euros, si no han excedido el tiempo de aparcamiento en más de 60 minutos.
- En 2005, el servicio costó 31 millones de euros y se ingresaron 45: el beneficio fue de 14 millones. Tras la ampliación, el importe ascenderá a 70 millones, mientras que los ingresos serán de 88. Las ganancias sólo aumentarán en tres millones, cifra con la que el Consistorio quiere dejar claro que sus acciones no están movidas por el “afán recaudador" del que le acusan los vecinos. Madrid ha sido una de las últimas capitales de provincia que ha instalado parquímetros, pero es la que vigila un área más amplia. En realidad, no se trata de un sistema completamente desconocido para los habitantes de la capital, que ya se enfrentaron a la ORA (Operación de Regulación de Aparcamiento) a mediados de los 80. Los comprobantes debían comprarse en los estancos y el sistema falló, al parecer, por falta de una vigilancia exhaustiva. Actualmente, 1.600 personas se dedican a esta tarea.

Madrid se pone así en línea con las principales ciudades europeas. En Londres, se paga un peaje por acceder al centro y las “plazas verdes" tienen un precio para residentes que va desde los 90 a los 165 euros. En Roma, sólo los residentes y los transportistas pueden entrar al casco histórico, mientras que en París se aplica un sistema que regula 800.000 plazas para 550.000 vehículos. Eso sí, en la ciudad gala se ha mejorado el transporte público. Una de las empresas interesadas en concurrir al concurso del SER en las nuevas zonas de implantación ha enviado una carta al Ayuntamiento de Madrid en la que explica que hay muy poco tiempo para poder participar en la adjudicación, según indica el diario “El Mundo".