Un conductor, un voto

Un municipio que no pone multas, un corredor que desafía a un autobús, un túnel que se inaugura antes de tiempo, un debate televisivo hablando de semáforos... Es época de elecciones y se nota en nuestras carreteras. Los conductores se han convertido, de repente, en votantes a los que mimar.

Un conductor, un voto
Un conductor, un voto

Comienza la recta final para las elecciones autonómicas y municipales del próximo 25 de mayo y los cerebros de las campañas electorales de los distintos partidos lo tienen claro: “las carreteras dan votos". Durante unos días, los principales candidatos abandonan sus coches oficiales y no dudan en subirse al metro, al autobús e, incluso, a la bicicleta. Luchar contra los atascos, crear más aparcamientos, potenciar el transporte público... son lemas que se repiten hasta la saciedad en todos los programas electorales. Sin embargo, aunque los fines son los mismos, los métodos resultan de lo más dispares. Por eso, en Autopista Online hemos preparado este Especial Elecciones para que "conduzcas" lo mejor posible tu voto. No hay propuestas demasiado innovadoras, ya que la mayoría apuesta por hacer funcionar aquello que ya se tiene (una labor nada sencilla). Para la próxima legislatura, los diversos gobiernos tienen el reto de comunicar mejor el norte (ya está casi acabada la Autovía del Cantábrico, se ha comenzado la autovía Santiago-Lugo…), liberar algunas regiones del abuso de los peajes (como Cataluña) y, sobre todo, mejorar el tráfico urbano de casi todas las ciudades. De todas formas, si algunos programas se hacieran realidad, el tráfico cambiaría radicalmente en toda España. Izquierda Unida, por ejemplo, pretende recuperar un viejo y emblemático medio de transporte para Madrid: el tranvía. Los Verdes, por su parte, apuestan por vehículos más futuristas, movidos por hidrógeno. Mejorar la movilidad no es la única tarea pendiente. También hay que conseguir que los coches no causen tantos trastornos a los ciudadanos: pantallas antirruido, semáforos más "compasivos" con los peatones, pavimentos más silenciosos… son algunas de las propuestas que los votantes deberán valorar. Lo niegan, pero –antes de unas elecciones- todos los políticos llevan unas tijeras por si hay que cortar alguna banda roja... Durante estos días, hemos acudido a numerosas inauguraciones (el Metrosur, la N-601...) y se ha celebrado a bombo y platillo el comienzo de esperadas obras. Pero, entre toda esta “festividad", destaca la polémica apertura del túnel urbano más largo de toda España: el subterráneo madrileño de María de Molina. Tres horas antes de que oficialmente comenzara la campaña electoral, el todavía alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, inauguraba el macrotúnel de María de Molina. Había prisa: no en vano este paso es una de las infraestructuras más importantes desarrolladas en la capital. Tiene 2.271 metros de largo y ha costado cincuenta millones de euros (un 17 por ciento más de lo previsto). Sin embargo, las autoridades presentes en el acto no transitaron por el túnel (como suele ser habitual en este tipo de ceremonias). Decidieron sólo pasear por la zona, ya que –a la salida del subterráneo- los esperaban más de doscientos vecinos enfurecidos que no paraban de repetir: “Nos han cerrado como si estuviéramos en una ratonera".Por la mañana, el túnel no estaba listo, a pesar de que las grúas trabajaron durante toda la noche. La policía tuvo que desviar a los conductores que creían que ya estaba en funcionamiento. Después de la inauguración del túnel de María de Molina, las quejas de electoralismo llovieron sobre el PP de Madrid. Así, el candidato de IU a la Comunidad, Fausto Fernández, aseguró que llevar "las inauguraciones a los límites del inicio de campaña es tanto como intervenir directamente en la campaña desde un cargo institucional". Su oponente socialista, Rafael Simancas, apostilló que "se equivocan si piensan que inaugurando túneles van a ganar votos. Los túneles significan más coches privados, más atascos y más contaminación en Madrid".