Condenan a tres hombres a 9 años de cárcel por secuestrar a un empresario por el que pedían 300.000?

La sección segunda de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a tres hombres a cumplir penas de entre ocho años y medio y nueve años de prisión por secuestrar durante seis días en una caseta de la localidad valenciana de Chiva a un empresario por el que pedían 300.000 euros de rescate. El tribunal ha decidido absolver a un cuarto acusado por no haber pruebas contra él.

En concreto, el tribunal condena a dos hombres a cumplir ocho años y medio de cárcel por un delito de secuestro y otro de robo con violencia, y a otro hombre a nueve años de prisión por los mismos delitos. Además, uno de ellos tendrá que pagar una multa de 300 euros por una falta de lesiones, y a indemnizar a la víctima con 750 euros por las heridas causadas.

Entre los condenados hay dos hombres que son primos hermanos, de origen colombiano, y uno más, español, que fue presuntamente el 'gancho' utilizado para ponerse en contacto con la víctima y concertar una cita con ella en un polígono industrial de Xirivella (Valencia) con el falso pretexto de establecer una relación comercial. En cuanto a los primos, uno de ellos afirmó en el juicio que no participó en los hechos, mientras que el otro sí narró parte de lo ocurrido.

Según consta como probado en la sentencia, todo comenzó en fecha no determinada del año 2009, cuando la mujer de uno de los acusados intervino como intermediaria en la entrega de 300.000 euros a familiares de la víctima, procedente de personas de nacionalidad colombiana.

Posteriormente, este dinero no fue devuelto ni a la mujer ni al prestamista ni a nadie vinculado con él. Entonces comenzaron las actividades de personas vinculadas con el prestamista para la recuperación del dinero, y entre otras gestiones hubo, al menos, dos reuniones, a las que acudieron un acusado y la víctima.

Tras ello, y como la víctima seguía sin devolver el dinero, dos de los acusados recibieron llamadas o visitas en Colombia en las que les presionaban para que pagaran o hicieran gestiones para facilitar el cobro de la deuda contraída por la mujer. Ante esta situación, estos dos acusados, con el fin de que la familia de la víctima se hiciera cargo de la deuda, se pusieron de acuerdo con otro hombre y otras personas no identificadas y decidieron privar de libertad a la víctima.

EN DICIEMBRE DE 2009

Para ello, este último hombre, de nacionalidad española, haciéndose pasar por otra persona, se citó con la víctima en el polígono industrial de Xirivella el día 10 de diciembre de 2009 para hablar de un encargo profesional. Sin embargo, una vez allí, se acercó una furgoneta, de la que bajaron los dos primos, quienes forcejearon con la víctima y consiguieron, a punta de pistola, que éste se montase en el vehículo.

Una vez en su interior, le ataron de pies y manos y le taparon la cabeza, mientras uno de ellos continuaba golpeando a la víctima. Ésta fue trasladada hasta una caseta ubicada en el polígono Tres Parcelas de Chiva, desde le obligaron a llamar a su familia para decirles que estaba secuestrado. Personas vinculadas al secuestro y no identificadas llamaron a su hermana y le exigieron la entrega de 300.000 euros para liberar a la víctima. También le dijeron que si no se lo daba, lo matarían.

Uno de los acusados, durante el encierro, se encargó de mantener a la víctima maniatado de pies y manos y sentado en una silla la mayor parte del tiempo. También se encargaba de darle de comer y de liberarle en determinados momentos de sus ataduras. En una conversación que mantuvieron y que el acusado grabó, la víctima reconoció que el dinero que habían recibido, le había sido robado, en cantidad de 250.000 euros, a su padre, por unos cameruneses.

A raíz de esta conversación y de que éste obtuvo el compromiso de la víctima de que una vez quedara en libertad, él mismo se encargaría de hacer las gestiones para pagar lo que exigían como rescate, le dejó en libertad la mañana del 16 de diciembre de 2009. Como consecuencia de los golpes, la víctima sufrió varios hematomas y erosiones.

La víctima acudió a la cita de la mañana del 10 de diciembre de 2009 en un turismo marca BMW. Por común acuerdo de los acusados, el hombre de nacionalidad española, aprovechando que el coche quedó estacionado en el polígono de Xirivella, se encargó de que le fuera entregado a otro hombre para que gestionara su venta, algo que no llegó a hacerse. El vehículo fue recuperado pro la policía sin daños aparentes.