Los 10 coches ecológicos más influyentes en la historia del automóvil

A lo largo de la historia, no han faltado coches ecológicos o con soluciones medioambientales que han marcado el desarrollo del automóvil. Te destacamos 10 relevantes hitos.

Lorenzo Alcocer

Los 10 coches ecológicos más influyentes en la historia del automóvil
Los 10 coches ecológicos más influyentes en la historia del automóvil

No están todos los que son, pero sí son todos los que están en esta lista. Son diez coches con historia en la propia historia del automóvil, desde la perspectiva de la evolución medioambiental. Puede parecer que sólo en los últimos años y especialmente en los 16 que llevamos de siglo los coches ecológicos han surgido por la fuerte concienciación social por el medio ambiente, pero prácticamente desde el mismo inicio del automóvil hubo modelos eléctricos que ya tuvieron el reconocimento por su ecología, ante los primeros coches con motores térmicos. Algunos intentos se han quedado en eso, en intentos, pero otros modelos han marcado la ruta a seguir.

Detroit Electric (1914)

Carriage Company Anderson fue un constructor de carros y sillas de paseo de tracción animal con sede en Detroit, USA, que en 1914 decide transformar uno de sus carros para construir su primer automóvil, utilizando para ello un motor eléctrico y una batería de plomo como fuente motriz. Ese primer modelo alcanzaba una velocidad de 30 km/h y tenía una autonomía de 130 km. Curiosamente, mujeres y médicos fueron sus principales clientes, por la sencillez y rapidez de arranque frente a los coches térmicos contemporáneos, que requerían ser puestos en marcha con una manivela. Pero el Detroit Electric también fue reconocido como una alternativa ecológica, por su baja rumososidad y nula emisiones de escape.

Mercedes-Benz 260D (1936)

50 años después de inventar el automóvil, Mercedes presentó el que sería el primer automóvil Diesel fabricado en serie. Los motores Diesel se utilizaban en diferentes industrias y estaban avalados por aquel entonces por el menor consumo de combustible. Mercedes desarrolló un motor 2.6 de 4 cilindros que desarrollaba 45 CV. Frente al modelo de gasolina, que consumía 13 litros, el 260D necesitaba 9,5 litros para recorrer 100 kilómetros. En una época en las que las infraestructuras estaban muy limitadas, los 400 kilómetros de autonomía del Mercedes 260D supuso un argumento para el desarrollo de vehículos turismo con motor Diesel.

Mercedes 260D

Volkswagen Beetle (1945)

Es el concepto global lo que convierte al VW Beetle originario en un coche mesurado en todos los sentidos. El objetivo (su intrahistoria seguro que es conocida por todos nosotros), fue el de desarrollar un coche de 4 plazas, sencillo, barato y económico de uso, en definitiva un coche pragmático y funcional que sirviera a la sociedad alemana. Aquel primer Volkswagen Beetle tenía un motor de gasolina de 25 CV y alcanzaba una velocidad de 100 km/h, aunque a lo largo de su larga historia se fue adaptando a las necesidades y demandas del propio país y su sociedad.

Mini (1959)

La escasez de suministro de petróleo por la crisis del canal de Suez llevó a British Motor Company a improvisar un pequeño vehículo, barato y económico, que debería caber en una caja de 10 x 4 x 4 pies (3 x 1,2 x 1,2 metros). Y surgió el Mini, uno de los iconos de nuestra historia automovilística. Un utilitario pequeño y ligero que se bastaba de un motor de 850 cm3 para cumplir con los objetivos básicos del modelo en unos tiempos difíciles.

Honda Civic CVCC (1975)

Cuando las rigurosas medidas medioambientales californianas obligaron a los fabricantes americanos a desarrollar los primeros catalizadores, como solución para limpiar y reducir las emisiones de escape, Honda afrontó el reto, cierto que con un ligero y pequeño utilitario, tomando un camino muy diferente: la baja contaminación empezaría en la propia combustión. El Civic CVCC estrenaría un motor de gasolina que funcionaba con mezcla pobre estratificada. Y además manteniendo el carburador, cuando los sistemas de inyección empezaban a ser casi obligatorios para poder cumplir con las más severas medidas anti-contaminación.

Honda Civic CVCC

Toyota Prius (1997)

Es el precursor de los híbridos y hoy día cara visible y referencia de este tipo de vehículos. Si la primera generación apenas tuvo proyección en el mercado japonés, los posteriores Toyota Prius se han convertido para muchos en un fenómeno social. Es seguramente el coche ecológico más realista, combinando un motor de gasolina con otro eléctrico y con capacidad para desplazarse por momentos a baja velocidad exclusivamente en eléctrico por la recuperación y regeneración de su propia energía cinemática.

General Motors EV1 (1998)

Fue el primer coche eléctrico del gigante americano General Motors. Aunque más que de carácter comercial, el EV1, del que se vendieron 1.117 unidades, fue un coche laboratorio arrendado a sus propietarios con el que el Grupo americano adquirió mucha información de mercado y de factibilidad de producción en serie de un coche eléctrico.  Las primeras unidades, con baterías de plomo, tenían una autonomía de 115 km, que aumentó a 250 cuando General Motors probó con baterías de níquel metal-hidruro.

GM EV1

Nissan Leaf (2011)

Con una autonomía de 175 km y una carrocería amplia y funcional, el Leaf fue el primer coche eléctrico en sentirlo dentro de los márgenes de su autonomía y tiempos de recarga un coche tan capaz y normal entre los de su tamaño como cualquier otro modelo convencional. Nissan no ha parado de trabajar sobre todo en la autonomía y con la última evolución de baterías, el Leaf homologa 250 km de autonomía. Lo recordaremos como el primer coche eléctrico popular, realista y funcional.

Opel Ampera (2001)

A falta de infraestructuras y también por ciertas limitaciones propias de los coches eléctricos, General Motors desarrolló el coche eléctrico de autonomía extendida, el Chevrolet Volt, aquí en Europa conocido como Opel Ampera. Su idea: con 50 kilómetros de autonomía eléctrica por carga en toma de 220 voltios, ser usado como tal a diario y no temer quedarse sin batería, gracias a un motor de gasolina que a modo de generador recarga la batería en caso de seguir usando el coche. Una idea que parece no haber fraguado, también y muy seguramente por el elevado precio que tuvo el Ampera.

Tesla Model S (2012)

Es, sin duda, el fabricante que ha apostado todo al coche eléctrico. De hecho, toda su gama es eléctrica y operativamente sus modelos son los más capaces. Si te cuentan que el Tesla Model S con la batería de 100 KWh tiene una autonomía de 500 kilómetros, entonces te crees que los coches eléctricos son ya una realidad. Incluso sus prestaciones pueden rivalizar con coches de muy elevadas prestaciones: acelera de 0 a 100 km/h en 2,7 segundos y alcanza los 250 km/h.

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