Al igual que sucede con el tipo de combustible, especialmente con el diésel y la gasolina, la posición del depósito también provoca dolores de cabeza para quienes habitualmente utiliza dos vehículos, especialmente en las estaciones de servicio más estrechas. Derecha o izquierda, ¿dónde colocar el coche respecto al surtidor?
Hace años, los fabricantes contaban con absoluta libertad a la hora de colocar el depósito de la gasolina. Incluso, en algunos modelos, se llegaba a abrir el capó para rellenar el vehículo de combustible. Sin embargo, los riesgos de incendio tras un impacto llevaron a las instituciones a obligar las firmas a tomar una serie de precauciones a la hora de colocar sus depósitos.
Así, los que hasta entonces montaban los depósitos en la zona central trasera dejaron de hacerlo, ya que un pequeño golpe por alcance podía tener graves consecuencias. Para que esto no suceda, ahora los fabricantes están obligados a llenar construir el tanque en una zona ancha, donde un choque deforme la carrocería pero no interfiera en el depósito de combustible o, al menos, se mitigue el mismo.
Por tanto, la disposición lateral de los depósitos, y por tanto de la boca de llenado, viene dado por la normativa y la mejor construcción del automóvil, con un diseño propio más eficiente en cada modelo. Y es que, además de lo ya mencionado, tampoco se pueden disponer en lugares donde el combustible pueda gotear sobre los sistemas de escape o sobre el cableado eléctrico.
Además, tal y como nos contaban los fabricantes en este artículo de hace un tiempo, la mayoría de las decisiones a la hora de elegir uno u otro lado tienen que ver con el propio diseño del vehículo.
En Volkswagen, por ejemplo, consideran que es bueno alejar el alojamiento del combustible del conductor y, con él, del tráfico. Por tanto, se pone a la derecha. Salvo en sus vehículos comerciales, donde la puerta corredera provoca que esta tendencia se invierta. Lo mismo opinan en Fiat Chrysler Automobiles pero, al contrario, en Toyota dicen que prefieren la comodidad del cliente y que éste no tenga que rodear todo el coche para recargar el automóvil.