El consumo de AutoGas ha crecido este año en España cerca del 30 por ciento. Repsol, su suministrador, ha incrementado el número de puntos de venta de gas licuado de petróleo. Ya contamos con 217 estaciones de servicio para repostar y hasta el año 2015 está previsto abrir 100 nuevos puntos de venta. Si hablamos de vehículos que utilizan AutoGas en España, la cifra alcanza los 25.000 vehículos y las estimaciones apuntan a los 200.000 en 2017.
¿Por qué aumenta la demanda de este combustible? Pues porque afecta a nuestro bolsillo. Es más barato y te puedes ahorrar hasta un 40 por ciento respecto a los combustibles convencionales. Pero también porque es más limpio, ya que sus bajas emisiones de NOx y partículas contribuyen a mejorar la calidad del aire.
Los vehículos se pueden adquirir nuevos de fábrica con un kit de AutoGas que viene ya de fábrica o se puede instalar en un automóvil de gasolina ya en uso, en cualquiera de los más de 300 talleres homologados y autorizados por Industria para poder realizar esta transformación.
Las principales marcas del mercado español ofrecen esta alternativa ya en sus principales modelos. Ya existen convenios de Repsol con Fiat o con Suzuki, a los que sucederán otros, para potenciar la oferta de AutoGas en las redes de concesionarios.
¿Cómo funciona el GLP?
Prácticamente cualquier vehículo con motor de gasolina puede funcionar con GLP, pero necesita una adaptación previa o estar fabricado pensado especialmente en esto. Los Diesel no pueden funcionar con GLP debido a complicaciones técnicas difíciles de solventar.
El vehículo está equipado con un depósito (a presión) de GLP en estado líquido, situado en el hueco de la rueda de repuesto e incorpora una válvula de seguridad. Su duración es de 10 años, después de la fecha de matriculación del coche. La adaptación consiste en instalar inyectores adicionales, conductos de bombeo de combustible, un depósito y un conmutador que alterna un combustible u otro. El encendido del motor siempre se hace con gasolina hasta que el agua del refrigerante alcanza 40ºC. La autonomía se extiende al poder agotarse ambos depósitos. Todo vehículo transformado pasa a ser entonces a ser bifuel: puede funcionar con gasolina o con GLP, usando un combustible a la vez, no mezclados, pero se puede cambiar en marcha.