Tu coche a punto para ir y volver de vacaciones

El verano es una de las épocas del año en la que los conductores utilizan más su coche. Por ello, para que tus vacaciones no sean un amargo recuerdo, te damos una serie de trucos y recomendaciones para tener en buen estado tu vehículo antes de emprender un largo viaje, tanto de ida como de vuelta.

Tu coche a punto para ir y volver de vacaciones
Tu coche a punto para ir y volver de vacaciones

Por fin llegan los tan ansiados días de descanso. Es tiempo de disfrutar, de desconectar y de olvidarse de la rutina. Quieres hacer las maletas y marcharte con el coche hacia tu lugar preferido de vacaciones. Pero antes, debes de realizar una serie de cuidados previos en tu vehículo.Tu coche va a ser tu medio de transporte y el que esté o no esté en buen estado será clave para evitarte disgustos indeseados. Lo más recomendable antes de lanzarte a la carretera, es llevar tu vehículo a un taller para hacer una revisión mecánica lo más completa posible. Sin embargo, antes de realizarla, tú mismo debes hacer una inspección ocular exterior de algunos elementos de tu vehículo.En esta inspección ocular, debemos revisar elementos que habitualmente suelen pasar un poco inadvertidos, pero que son de vital importancia. Empecemos, primero, por los retrovisores, los cristales y las escobillas. Comprueba la limpieza y el buen estado de estas partes de tu coche, ya que en verano, debido a la sequedad del ambiente y a la mayor presencia de polvo y suciedad por la ausencia de lluvias, suelen acumular más impurezas que en otras épocas del año. En el caso de las escobillas, por ejemplo, si están desgastadas pueden llegar incluso a rayar levemente el parabrisas, dificultando nuestra visión a la hora de conducir.La comprobación del buen funcionamiento de las luces (cortas o de cruce, largas e intermitentes) también es otro de los elementos que podemos revisar nosotros mismos en nuestra inspección ocular. Son nuestros ojos cuando se hace la noche, además de avisar de nuestra presencia a otros conductores.No es un chiste, es una realidad y guarda relación con el buen estado de las escobillas. En verano, es habitual que mosquitos y otros insectos voladores se queden postrados en nuestro parabrisas. Con el paso de los kilómetros, es tal la cantidad de seres inertes de este tipo delante de nosotros que nuestra visión se ve dificultada sobre manera. Activa las escobillas cuantas veces sea necesario, de ahí que el depósito del limpiaparabrisas debe ir siempre lleno y en su nivel correcto. Si con ello no consigues limpiar debidamente la luneta delantera, detente en una estación de servicio o en un lugar seguro para limpiarla debidamente.No nos cansamos de repetirlo, pero el buen estado y la presión óptima de los neumáticos es vital por razones de seguridad. Son la superficie de contacto del coche con el asfalto, de ahí su gran importancia de cara a evitar accidentes. Comprueba que no estén excesivamente desgastados -que el dibujo se vea y no estén lisos, como se suele decir en el argot del conductor- y, sobre todo, controla las presiones. Ciertos expertos y gran cantidad de mecánicos recomiendan llevarlos un poco por debajo de la presión habitual y recomendada por el fabricante, ya que en verano, por efecto del calor, el aire que hay en su interior tiende a expandirse. Nosotros, sin embargo, optamos por lo que viene reflejado en los datos técnicos del vehículo que vienen de fábrica. Además, en estos datos, se dan varias cifras de niveles de presión según el número de personas que ocupen el vehículo y si éste va o no con equipaje en el maletero.Todos los elementos a revisar que te detallamos a continuación se suelen incluir en una revisión completa del coche que suelen realizarse en talleres, aunque algunos de los elementos los podemos comprobar nosotros mismos.En el capítulo mecánico, comprueba el nivel de anticongelante-refrigerante. Lo más apropiado es que el depósito de este líquido esté un poco por encima del nivel recomendado. Siempre es conveniente llevar en el maletero un pequeño bote con líquido refrigerante, sobre todo si vamos a realizar grandes desplazamientos. Respecto a los frenos, hay que revisar pastillas, discos y nivel de líquido de frenos. Con un uso intensivo en días de agobiante calor, hay que ser especialmente precavido, ya que aumenta la posibilidad de que los frenos de nuestro vehículo se calienten excesivamente, apareciendo el fenómeno conocido como 'fading' o pérdida de la eficacia de la frenada en caliente. Este fenómeno se puede percibir si apreciamos que para detener nuestro vehículo el pedal del freno se va cada vez más al fondo, aplicando, a su vez mayor presión sobre el pedal. Correas, cables y niveles: hay que examinar tanto los cables como las corres para comprobar que no están sueltas y no se encuentren deshilachadas. Comprobar el nivel de aceite y el nivel de agua del circuito de refrigeración también son de los elementos básicos a revisar.La batería es otro de los elementos técnicos de nuestro vehículo que merma en parte su funcionamiento con temperaturas altas. Por ello, es conveniente comprobar que no tenga ningún tipo de fuga y ver el nivel de agua destilada del interior. Por otro lado, los bornes tienen que estar lo más limpios posibles y sin restos blancos, evitando de esta forma la posibilidad de corrosión. Por su parte, tampoco debemos olvidarnos de la dirección, ya que con este elemento nos permite dirigir el coche por la trayectoria y camino deseados. Si se notan pequeños ruidos cuando se gira el volante, vibraciones, dureza anormal y otro tipo de anomalías, deberá llevar su vehículo al taller de confianza.Por último, los amortiguadores son otra de las partes fundamentales de nuestro automóvil que siempre han de estar en perfecto estado. Su buen estado de forma influye de forma positiva o negativa en la comodidad interior de los ocupantes y en la estabilidad del vehículo, llegando incluso a alargar la frenada y disminuir la adherencia.

- El aire acondicionado en perfecto estado