A pocos kilómetros de León ciudad, en Onzonilla, se encuentra el Centro Automatizado de Denuncias de la DGT, que estos días ha cumplido su primer aniversario. A él llegan cada día más de 8.000 fotografías de excesos de velocidad captadas por los radares de la DGT. El tiempo en que las multas prescribían porque Tráfico no era capaz de darles salida ha quedado atrás. Ahora bien, esta mayor capacidad para tramitar multas va a permitir, por ejemplo, que los márgenes a los que disparen los cinemómetros se ajusten más.
Al Centro de Léon llegan las fotografías de todos los radares fijos de la DGT instalados en las carreteras y autovías, y desde hace poco también de algunos móviles. Debido a su extensión, los radares de la red secundaria no están conectados al Centro a través de fibra óptica, como sí ocurre con los de las autovías y autopistas, pero sus datos llegan a través de GPRS. El paquete de información que contiene las fotografías y el resto de datos de la infracción, como la hora, el punto kilométrico y los datos del vehículo se encriptan para evitar manipulaciones.
Por cada infracción se toman dos fotogramas, uno más claro y otro más oscuro, dependiendo del nivel de obturación del diafragma. Una vez que llegan allí, el sistema lee las placas de matrícula, para ver la calidad de la imagen y comprobar que se ven la marca, el modelo y el tipo de vehículo, para posteriormente cruzarlos con los archivos de Tráfico.
Si la foto es buena, el sistema va a confeccionar el impreso que se manda al titular del vehículo para que identifique al conductor infractor. Una sociedad llamada Correo Híbrido es la que se encarga de ensobrar, poner el acuse y enviarlo. El resto del procedimiento, en caso de que el automovilista recurra, también se hace en este Centro y sólo en algunos casos se envía a Madrid para que se emita desde allí la resolución.
«La mayoría de las infracciones no implican ni suspensión, ni detracción de puntos, son pequeños excesos, se solventa con 70 euros entre descuentos y demás», según nos comenta Angel Toriello, Director del Centro Automatizado de Denuncias de León.
De las fotografías que llegan, unas 8.000 al día, se pueden descartar unas 3.000 –esto es un 37 por ciento. ¿Por qué motivos? Problemas con la fotografía, por ejemplo, que salga más de un vehículo en la misma; o también la falta de calidad de la imagen que impida ver claramente marca, modelo y matrícula. Un gran porcentaje de las multas desechadas corresponden a vehículos con matrícula extranjera. La DGT no tiene dirección donde enviarles la notificación ni forma de cobrarla, por lo que salen impunes.
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