La CE quiere reducir las emisiones de las furgonetas

La Comisión Europea ha propuesto imponer límites a las emisiones de CO2 de furgonetas y camionetas para luchar contra el cambio climático. Los nuevos topes encarecerán el precio de estos vehículos hasta 3.500 euros en 2020, aunque este coste se verá compensado por el ahorro de combustible, según los cálculos de Bruselas.

Mercedes Clase B Fuel Cell
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En concreto, el Ejecutivo comunitario pide que las emisiones medias de CO2 de las furgonetas nuevas se reduzcan de forma progresiva entre 2014 y 2016 a 175 gramos por kilómetro. A continuación deberán caer hasta 135 gr/km en 2020. El reglamento afecta a las emisiones medias de la flota, por lo que los fabricantes todavía podrán producir vehículos con emisiones mayores siempre que se vean compensados por otras camionetas que emitan menos de lo autorizado. ‘Esta legislación es otro paso importante de la UE para combatir el cambio climático, y reafirma su compromiso y su liderazgo de cara a la cumbre de Copenhague’, que se celebrará en diciembre y cuyo objetivo es cerrar un nuevo acuerdo internacional de lucha contra el cambio climático que sustituya al protocolo de Kioto, ha dicho el comisario de Medio Ambiente, Stavros Dimas.

La norma ‘garantizará que el sector de las furgonetas haga una contribución justa a los esfuerzos para luchar contra el cambio climático, generará importantes ahorros de combustible para los consumidores y estimulará la innovación en la industria’, ha resaltado. El reglamento en cuestión tiene la misma estructura que la norma comunitaria que ya se ha aprobado para reducir las emisiones de los coches. Se aplicará a furgonetas y camionetas que se utilizan para cargar productos con un peso de hasta 3,5 toneladas y que pesan menos de 2.610 kilos vacíos. Los fabricantes que superen los límites serán sancionados con multas. Las multas se basarán en el número de gramos por kilómetro que los vehículos del fabricante superen el tope como media, multiplicado por el número de vehículos. En un periodo inicial que comenzará en 2018, el nivel de la multa será de 5 euros para el primer gramo/km por encima del límite, 15 euros para el segundo, 25 euros para el tercero y 120 euros para el resto. Desde 2019, el primer gr/km costará ya 120 euros. La organización ecologista Greenpeace ha denunciado que los límites propuestos por el Ejecutivo comunitario son insuficientes para cumplir los objetivos de la UE en materia de cambio climático. Por su parte, la asociación que agrupa a los fabricantes de automóviles, ACEA, ha lamentado que los planes de Bruselas ‘no tienen en cuenta la realidad económica ni las características específicas del segmento de vehículos afectado’.