El sector de la automoción es uno de los principales pilares de Cataluña, la segunda región de España en orden de importancia económica. Sin embargo, con los problemas de Seat y otras empresas del sector, la secular fortaleza de esta industria catalana titubea. Ante esta situación, el Gobierno de la Generalitat ha decidido reaccionar para impedir que los problemas vayan a más.
El departamento de Trabajo e Industria de la Generalitat, coordinado con el Ministerio de Industria, se ha puesto a trabajar en el primer plan de actuación para el sector automovilístico catalán.
Se tratará de fomentar la interrelación entre los centros tecnológicos ya existentes en Cataluña, como el Instituto de Investigación Aplicada del Automóvil, el Laboratorio General de Ensayos e Investigaciones de la Generalitat, el Centro Técnico de Seat y otras entidades menores dedicadas a la investigación y el desarrollo. Es decir, se apuesta decididamente por invertir en estos dos puntos, lo que se conoce como I D.
El plan incluirá también una dotación económica destinada a dar ayudas a las empresas y organismos del sector. Estas subvenciones, que serán más altas que en otras ocasiones, serán entregadas por la Generalitat.
En principio, el plan estará en vigor entre 2006 y 2008 y deberá servir para reforzar el tejido industrial de la automoción catalana y para alentar la inversión en esta industria. La mejora de las infraestructuras logísticas también será prioritaria a la hora de repartir el dinero público.
La presentación del plan llega justo después de la reunión que mantuvieron a principios de semana José Montilla, ministro de Industria, Bernd Pischetsrieder, presidente de Volkswagen, y Andreas Schleeff, presidente de Seat. En aquel encuentro, los ejecutivos alemanes tranquilizaron a los políticos españoles sobre el futuro de Seat, pero también demandaron más apoyo institucional. Inmediatamente después, Montilla hablaba de “explotar la colaboración y complicidad que las administraciones públicas debemos tener en un sector tan importante como es el automovilístico, por el empleo que produce en España". Ahora se conocen ya los detalles de un plan que beneficiará, sobre todo, a Seat, principal empresa del sector en Cataluña.Otra gran empresa con problemas en España es General Motors. La división española lucha para conservar activa la fábrica que tienen en Zaragoza, pendiente de la concesión de un nuevo modelo, el Opel Meriva.
Cándido Méndez, secretario general de UGT, se ha referido a esta pelea que libra la empresa y ha asegurado que su sindicato ha “sabido estar a la altura de las circunstancias" en el proceso de selección de la fábrica para montar el Meriva.
Para Méndez, la planta de Zaragoza está en muy buena posición y es uan de las más productivas que tiene la empresa en el conjunto de Europa y en el contexto mundial.
