Carreteras y peajes, en las urnas

El domingo 16 de noviembre Cataluña votará un nuevo Parlament. La carrera electoral, algo ensombrecida por la repetición de las elecciones madrileñas y el noviazgo del Príncipe, ha discurrido según un guión que coloca a Convergencia i Unió y al PSC como principales fuerzas políticas. Analizamos en este reportaje qué proponen cada uno de los partidos para solucionar los problemas del tráfico y el mundo del motor.

Carreteras y peajes, en las urnas
Carreteras y peajes, en las urnas

Iniciativa per Catalunya els Verds, la ecología como destino
Las encuestas dicen que va a ser el partido menos votado, pero Iniciativa, la coalición que integra a Izquierda Unida también tendrá un papel importante como partido bisagra. Su apuesta combina tintes nacionalistas con una clara vocación social y, sobre todo, un formidable componente ecologista y conservacionista de la naturaleza. El líder de esta formación para estos comicios es Joan Saura, un hombre de maneras templadas y profundo conocimiento que, en cuanto puede, recuerda a los catalanes la necesidad de defender el entorno natural a cualquier precio.

Con una visión tan “verde", no extraña que su programa dedique un buen apartado a lo que denominan la movilidad sostenible, es decir, la mejora de las comunicaciones rodadas combinadas con el respeto por el medio ambiente. Entre sus alegatos, ICV asegura que el modelo de desarrollo económico de Cataluña , construido sobre la movilidad de pasajeros y mercancías que conocemos, es “tercermundista en relación a los parámetros vigentes en los países de la Unión Europea".
Además, aseguran que la ampliación de la red viaria que propone la Generalitat de Pujol es innecesaria en su mayor parte, sobre todo en proyectos como el cuarto Cinturón de Barcelona o los túneles de Bracons y Horta.Para esta formación, Cataluña debe acogerse a un nuevo modelo de movilidad basado en la sostenibilidad y la presencia de una oferta de transporte público competitiva que sea capaz de convencer a la gente de que deje el coche en casa cada día. Estos principios deberán incluirse en la Ley de Movilidad que la Generalitat ha aprobado recientemente.

Para lograr estos objetivos es preciso, según ICV, adoptar medidas como la creación de una Autoridad del Transporte Metropolitano en Lleida, Girona y Tarragona. Esta entidad, a semejanza de la que ya opera en Barcelona, coordinará los transportes públicos de las ciudades y agilizará su funcionamiento. ICV quiere duplicar la oferta de autobuses en los próximos cuatro años para corregir las diferencias entre las posibilidades de Barcelona y las del resto de la comunidad. Además, el tren será la base de todo el plan de movilidad de pasajeros. También tienen en cuenta a las personas que trabajan en polígonos industriales, para las que se diseñará un plan de transporte público específico.

La idea de compartir el coche también forma parte del programa de Saura, lo mismo que la progresiva implantación del tranvía en las ciudades medianas de Cataluña.

Todas estas propuestas referentes a la movilidad no se pueden realizar sin un Plan Director de Infraestructuras que, además, cuente con un Plan de Servicios asociados a esas infraestructuras. Una parte de este ideario deberá centrarse en la mejora de la red de carreteras convencionales, una medida que es complementaria del fomento del transporte público. ICV propone abandonar las grandes obras que tanto perjudican al medio natural, como el ya citado túnel de Horta, la Vía de Cornisa de la Sierra de Collcerola, el Cuarto Cinturón, etc.
En paralelo, se construirán 100 kilómetros de carril bus a la entrada de las ciudades, sobre todo de Barcelona.

Los peajes no tienen tanta importancia para este partido como para otros, pero también propugnan la reducción del coste de los peajes sin que esto repercuta en el erario público. Creen que es necesario renegociar las condiciones de las concesiones para evitar que los precios se disparen.

La bicicleta es, como se puede imaginar, una de las estrellas de su concepción de la movilidad. Para los ciclistas prometen un cambio legislativo que dé máxima protección a las bicis , una red de carriles básica por toda la región y un plan de fomento del uso de la bicicleta.

Como no podía ser de otra forma, ICV dedica un apartado especial a los vehículos que utilizan combustibles alternativos. Creen que es necesario eliminar las trabas a la compra y matriculación de estos coches y poner en marcha programas de subvención para los que quieran adquirirlos.

Por último la movilidad sostenible ha de ser también segura. Para lograrlo, creen que es preciso implantar un plan nacional de control de velocidades, reducir el límite de velocidad urbano a 30 km/h en muchas zonas, instalar radares automáticos en las redes de carreteras locales y urbanas, mejorar la infraestructura de la policía de tráfico y suprimir cuanto antes los puntos negros de las vías catalanas. También son partidarios de que se incluya en el código penal la figura de la “conducción temeraria".