California pone en jaque a las marcas

La demanda anti-contaminante de California contra los fabricantes de coches puede perseguir un objetivo diferente: que las marcas acepten una nueva ley que les obliga a reducir en un 25 por ciento las emisiones de sus vehículos.

La demanda del Gobierno californiano contra las marcas de coches, con el fin de que paguen unas compensaciones millonarias por los daños causados contra el medio ambiente, ha caído como una bomba entre los fabricantes de automóviles. No obstante, los principales analistas de la industria señalan que se trata de un paso más en el conflicto que mantienen automovilísticas y estado de California y que el verdadero fin de la demanda es lograr que acepten una nueva ley que acaba de aprobar el Parlamento de California. En ésta, se establece que todos los fabricantes deberán reducir en un 25 por ciento sus emisiones de dióxido de carbono, metano y otros gases que dan lugar al efecto invernadero. Según estas mismas fuentes, la amenaza de tener que hacer frente a pagos millonarios permitirá que las marcas consientan la citada ley como mal menor. Este escenario también sería muy costoso para los fabricantes, sobre todo para los locales, que deberían adecuar su oferta, a través de más coches híbridos, con el fin de contaminar menos.California es uno de los estados con mayor número de automóviles matriculados y su especial geografía, entre el mar y las montañas, le hace especialmente sensible a los gases contaminantes. La demanda californiana, lanzada contra Chrysler, Ford, General Motors, Honda, Toyota y Nissan, llega en el peor momento para las marcas americanas - Chrysler, Ford, General Motors-, que están sufriendo en sus carnes grandes problemas de rentabilidad y de ventas. Las tres, a través de la AAM (Alliance of Automobile Manufacturers o Alianza de Fabricantes de Automóviles, en español), han lanzado un comunicado en el que señala que la demanda californiana es similar a otras que ha rechazo o ni siquiera ha admitido a trámite el Tribunal Federal de Nueva York. No obstante, han pedido tiempo para estudiar el escrito del Gobierno californiano antes de tomar alguna decisión al respecto.