Las limitaciones de las emisiones de CO2 en la industria del automóvil están bajo la responsabilidad, por un lado, del comisario de Medio Ambiente, Stavros Dimas, partidario de exigir por ley la limitación de las emisiones medias de toda la flota de coches de la UE a 120 gr/km para 2010 y, por otro lado, del comisario de Industria, Günter Verheugen, que propone un “enfoque integrado", que tenga en cuenta, entre otros elementos, el comportamiento de los conductores, las infraestructuras o el motor de los vehículos. El comisario de Industria, que también contempla la opción legal, opina que «para este año será imposible».
El Ejecutivo comunitario llegó en 2004 a un acuerdo con las asociaciones de fabricantes de automóviles de Europa, Japón y Corea del Sur (ACEA, JAMA y KAMA, respectivamente) comprometiéndose de forma voluntaria a rebajar las emisiones de CO2 de sus vehículos nuevos a una media de 140 gr/km de aquí a 2008-2009, un 25 por ciento menos de los niveles de 1995. Sin embargo, la reducción hasta la fecha sólo ha sido del 12,4 por ciento, resultado que la CE considera «insuficiente» para lograr los objetivos previstos, según la portavoz europea de Medio Ambiente, Barbara Helfferich.
Para cumplir los objetivos, el responsable de Medio Ambiente «propondrá un documento estratégico con distintas opciones», entre las que figura «un enfoque legislativo». Mientras, en España, el Consejo de Ministros aprobó el proyecto de Ley de Calidad del Aire y Protección de la Atmósfera, dentro de la estrategia del Gobierno para fomentar las leyes medioambientales. La norma, que tendrá todavía que ser perfilada en el Congreso de los Diputados, da carta blanca a las comunidades autónomas y a los municipios para que redacten todo tipo de planes destinados a prevenir, controlar y reducir la polución. Así, estarán capacitados para cortar el tráfico en aquellas zonas que superen determinados umbrales de contaminación basados en los estándares que fija la UE.
Esto ya lo aplican, por su cuenta, algunas comunidades autónomas, como Cataluña. En Barcelona, por ejemplo, se van a adoptar algunas medidas para reducir la velocidad de la circulación. En otras ciudades europeas se ha optado por cerrar el centro al tráfico privado, como en Milán, o cobrar un peaje, como se lleva haciendo hace años en Londres. La Unión Europa se ha comprometido a impulsar la producción y uso de biocarburantes, proponiendo (como objetivo mínimo obligatorio) que el 10 por ciento de los combustibles utilizado por los vehículos en 2020 sean biocarburantes. El transporte, según Bruselas, provoca casi un tercio de las emisiones de dióxido de carbono y recuerda que el sector del transporte depende en un 98 por ciento del petróleo, «un combustible fósil que se importa en su mayor parte y que se encarecerá sin duda según se vaya agotando las reservas».Para paliar los efectos medioambientales y económicos de esta situación, la UE ha propuesto sustituir el gasóleo y la gasolina por biocarburantes, cuyo desarrollo se traducirá, además, en la creación de puestos de trabajo y en la apertura de nuevos mercado de producción agrícola. El objetivo fijado para 2010 es sustituir el 5,75 por ciento de la gasolina y gasóleo para el transporte por biocarburantes.Los fabricantes, por su parte, siguen desarrollando sistemas que ayuden a reducir la contaminación atmosférica. Nissan, por ejemplo, ha anunciado recientemente que introducirá un nuevo servicio para promover la conducción económica y mejorar los hábitos en la conducción. El servicio, incluido en el sistema telemático original de Nissan, CARWINGS, ha sido diseñado para levantar la conciencia entre conductores japoneses sobre el impacto que tienen los hábitos cotidianos en la conducción sobre el consumo de combustible. El sistema calcula la conducción eficiente de cada vehículo equipado con CARWINGS, que queda registrado en una base de datos. El conductor deberá ir mejorando sus habilidades, que serán comparadas con las del resto de conductores, para entrar en el ranking mensual de conductores eficientes.
Por su parte, Audi ha presentado en el encuentro anual “World Economic Forum 2007" parte de la flota de sus Audi A8 “Synfuel", de gasoil ecológico. Este combustible recude las emisiones de monóxido de nitrógeno hasta un nueve por ciento, mientras que las emisiones de dióxido de carbón disminuyen alrededor del cinco por ciento.
